XI

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La mano de Hanna apretaba con todas sus fuerzas la de Jimin, estaba a punto de quitar un arma a uno de los hombres que acompañaban a tan nefasto ser y vaciarsela en la cabeza.

Jimin con toda la fuerza de voluntad de su cuerpo logró sonreir.

-Ya no te tengo miedo Seung Heon, ya lo soy un niño y...

-Callate Park - el malvado gritó haciéndolo guardar silencio - no querrás que le cuente nuestras aventuras a la señora Park en este lugar.

-No hay nada que contar y si me disculpas tenemos que ir al hospital, mi esposa no se siente muy bien, por eso hemos venido a esta ciudad - Park con todas su fuerzas movió sus piernas para retirarse de ese hombre.

Tuvo que sostener a Hanna que luchaba por no hacer una locura.

-Jakson, - ordenó Seung - síguelos y cuando vuelva de londres quiero un informe completo.

-Si señor - Jakson obedeció, hace diez años que le gustaba el joven Park y verlo ahora mayor, más hermoso y elegante despertó en el algo que tal vez podía conseguir antes que su jefe.

Un taxi al hospital llevaba a dos pasajeros qué no necesitaban uno, todo el camino Hanna permaneció abrazada de Jimin, temblaba como si fuera un puerco con rumbo al matadero.

Cuando llegaron al hospital, Jimin tuvo que sostenerla, parecía que en verdad estaba enferma, nadie dudaría qué era un paciente de ese lugar.

Jakson qué seguía muy de cerca a la pareja, llego hasta la puerta donde fue detenido.

-Vengo con el señor y la señora Park - el joven dijo sin perderlos de vista.

-Lo siento, ellos dijeron que venían solos - el guardia de seguridad dijo mirándolo con desconfianza.

-Esta bien, los esperare afuera - Jakson dijo al guardia y se retiró de ahí.

Su pensamiento era que era demasiado idiota para pensar en otro lugar para escapar.

-Esta es la única salida - volvió a preguntar al guardia.

-Si, solo por aquí pueden salir los pacientes. - el malencarado hombre respondió.

Jakson sonrió descaradamente y fue a sentarse en una banca enfrente del edificio.

-Crees que puedas correr - Jimin le preguntó a Hanna.

-Querido quisiera hasta volar, qué vamos a hacer, ese tipo es un maldito, tu...

-Tú no harás nada, puedes ver que no te reconoció - Jimin dijo con voz suave dándole a su compañera la paz que necesitaba. - me acaban de enviar el siguiente trabajo, iré y ustedes se quedarán aquí como siempre lo hacen.

-Estaré muerta de miedo - ella dijo mirándolo a los ojos.

-Hanna, cariño, debes calmarte, se que me  seguirá, así que tu debes estar tranquila - Jimin estaba seguro que alguien estaba traz ellos.

Caminaron por un pasillo, hasta llegar a un patio de servicio, subieron una pequeña escalera y tuvieron que saltar hasta unos botes de basura en el callejón trasero del hospital.

Park hizo la parada a un taxi...

-debes llegar y reservarme un vuelo a Japón, se canceló el blanco de Seúl y debo ir a Shangai, yo saldré y me iré a un hotel, comprobare si me siguen. - Jimin dió instrucciones y volvió por el mismo lugar por donde salió.

Pasó a preguntarle al guardia donde podría conseguir un café, su agudo sentido de vigilancia logró reconocer a uno de los hombres de Seung, ahora si estaba seguro que lo seguían.

DORMIRÉ CON EL ENEMIGO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora