Héroes Extraordinarios

CAPITULO 41: BRILLANTES SENTIMIENTOS

Durante la prueba en el bosque, los árboles parecían susurrar en un lenguaje misterioso mientras las sombras se alargaban, ocultando criaturas que acechaban en la penumbra. El paisaje cambiaba sin avisar mientras el tiempo avanzaba sin cesar cada minuto contaba para todos los equipos, cada equipo quería ser el primero en acabar la prueba y era aquí donde estaba el siguiente.

El equipo dos avanzaba con cautela, cada paso resonaba como un eco amenazador, y cada mirada furtiva a los alrededores aumentaba el nerviosismo. A medida que se adentraban en lo desconocido, la sensación de que algo inesperado estaba a punto de desencadenarse crecía, envolviéndolos en un aura de dramático suspenso.

El paisaje del bosque cambió bruscamente, dando paso a una serie de barrancos profundos y estrechos que se interponían en el camino de Mariana y Pedro. Los barrancos parecían insuperables a simple vista, con lados empinados y oscuros abismos entre ellos. Pero Mariana no se inmutó; su agilidad y destreza eran su mayor ventaja en situaciones como esta.

Con confianza, Mariana retrocedió unos pasos y tomó impulso. Sus músculos se tensaron, y en un instante de movimiento fluido, saltó hacia el primer barranco. Su cuerpo se lanzó por el aire con gracia, aterrizando con precisión en el otro lado. Sin perder tiempo, repitió el proceso con el segundo y tercer barranco, utilizando su agilidad para sortear los obstáculos naturales.

Pedro observaba a Mariana con asombro mientras ella cruzaba los barrancos. A medida que avanzaban, Pedro aprovechó su destreza con el arco. Algunas pequeñas criaturas mágicas emergieron de las sombras, sus formas grotescas y sus ojos brillantes estaban llenos de intenciones hostiles. Pedro se mantenía tranquilo y centrado, con su arco en manos y una flecha lista para disparar.

—Pedro, ¿Viste cómo crucé esos barrancos? ¡Fue asombroso! Estoy segura de que Leo estaría cautivado por mí— Mariana con gran emoción seguía pensando en Leonardo.

—Mariana, no quiero arruinar tu momento, sé que estás emocionada por lo que acabas de hacer, pero recuerda por qué estamos aquí. Esta prueba es importante para mí, y no podemos permitir que nuestras emociones interfieran— Respondió Pedro algo preocupado porque trataba de completar la prueba en el menor tiempo posible.

—Relájate Pedro. Sé que ustedes dos siempre compiten para ver quien es mejor, pero no voy hacer nada para arruinar esta prueba, yo también quiero que tengamos éxito, enserio. Pero no puedo evitar pensar en Leo y en lo grandioso que es. Cada vez que hago algo increíble como esto, me doy cuenta de cuánto lo extraño— Con una sonrisa Mariana se detuvo un momento para responderle a Pedro.

—Sé que no harías nada que afectara nuestro rendimiento y entiendo que extrañes a Leonardo, pero en este momento, debemos enfocarnos en la prueba. Recuerda por qué estamos aquí para cumplir el reto en el mejor tiempo posible y superarlo juntos como equipo— Pedro ya algo más serio le dijo a Marina.

—A veces me dejo llevar por mis emociones. Pero debes comprender que Leo y yo tenemos una conexión especial y estoy muy feliz que este de regreso, es todo—Mariana reflexionaba sobre la situación de sus sentimientos.

—Mira no quiero ser yo quien te diga esto, pero creo que lo mejor para ti seria olvidarte de Leonardo, utiliza esta prueba como una oportunidad para no pensar en él y enfocarte en algo más productivo— Pedro trataba de buscar bien las palabras que decía para no lastimar a Mariana.

—A que te refieres con que dejar a leo es lo mejor para mí, ¿Qué es lo que no me estás diciendo pedro? —Inmediatamente Mariana pensó en los celos que sentía irracionalmente hacia Amber pensando que era ella la que se interponía en su reacción.

—Dejemos la plática para después, veo a unos bufos veridis que se están acercado hacia nosotros, por el tamaño de sus dientes deduzco que son venenosos, no te apartes de mí, los acabare con mis flechas— Pedro ágilmente tomo el mando y dio instrucciones a Mariana.