CAPÍTULO 27: ¡LUCHA Y SE FUERTE!

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Han pasado dos semanas desde la pelea contra Alonso; Gladio y Miguel decidieron esperar a que la salud de Rigo estuviera mejor para poder viajar, él se recuperó increíblemente rápido gracias a la ayuda de la maga Amber ya que ella constantemente le estuvo suministrando pócimas sanadoras las cuales ayudaban a su rápida recuperación.

Después de que Mario, Regina y Priscila regresaran del bosque, todos se reunieron formando un semicírculo, el héroe Miguel comenzó a dar unas palabras, todos estaban sentados cerca de las personas que consideraban sus aliados o simplemente en las personas que podían confiar, en la parte de la derecha Evan, Glacie y Rigo estaban sentados juntos aunque por la mirada de Rigo se podía deducir que él quería sentarse cerca de Daniela y Mireya quienes fueron las que lo cuidaron la mayor parte de su recuperaron y estaban sentadas juntas.

En la parte de en medio estaban Leonardo, Anna, Amber y Michael, los cuatro listos para ir a la cuidad Laida, un poco más a la izquierda estaban Gladio, Mario y Priscila quienes hablaban de técnicas que podían implementar para el uso de la espada y en la parte superior izquierda alejada de todos se encontraba Regina quien no quería tener contacto con nadie.

—Bien muchachos que bueno que ya están todos aquí reunidos porque les quiero informar que la salud de Rigo ha mejorado notoriamente, teniendo esto en cuenta el día de mañana partiremos a la cuidad Laida, Leonardo les explicara el camino por el cual cruzaremos y los peligros a los cuales nos vamos a enfrentar—. Miguel le dio la palabra a Leonardo, él se colocó en el centro y comenzó a explicar los riesgos de este viaje.

Leonardo un hombre de veinticinco años, de estatura alta, midiendo un metro con ochenta y ocho centímetros, su contextura de cuerpo fuerte y su armadura del este y su enorme espada lo hacen ver intimidador, su cabello azul marino normalmente lo mantiene con un flequillo adecuadamente peinado a un costado de su cara, tiene la apariencia de un hombre serio y tranquilo, pocas veces se le había visto sonreír delante de alguien, sus ojos son de un tono azulado y sus cejas son notablemente espesas y tupidas.

—Muchachos el asunto es sencillo iremos por un sendero alrededor de unas cuatro horas, no podemos usar la habilidad de Amber, la invocación de Priscila o magia de cualquier tipo pues en ese sendero habitan creaturas hambrientas de magia—. Leonardo explicaba tratando de no espantar a nadie.

— ¿Qué clase de creaturas viven cerca del sendero? —. Pregunto Anna viendo a Leonardo muy diferente a como una amiga lo debería ver, Amber no pudo evitar notar la manera en que ella lo vio y la formo en la que pregunto.

— ¡Excelente pregunta Anna!, En este sendero viven duendes y gnomos los cuales son extremadamente salvajes, debido a que por un largo tiempo fueron cazados por humanos bajo el reinado del emperador ónix, a estas creaturas no les gusta que los humanos se acerquen demasiado—. Respondió lo más claro y preciso posible.

— ¿Y existe alguna otra creatura de la cual nos debamos cuidar? Alguna fuerte quiero decir, no solo pequeños duendes y gnomos—. Pregunto Daniela para que los demás vieran que ella no tenía miedo de unos cuantos duendes.

—Bueno ya que lo preguntas Daniela, después de caminar por el sendero llegaremos a un puente colgante, una vez que crucemos el puente son como unos treinta minutos para llegar a la cuidad Laida, yo eh cruzado varias veces por ese puente, así que crean me cuando les digo que no hay que usar magia—. Con un tono sumamente serio y una mirada amenazante Leonardo dio esa orden.

—Bueno comiencen a empacar que saldremos a primera hora mañana—. Cuando la reunión termino, Anna fue con Leonardo y comenzaron a platicar él le dijo que no tuviera miedo que él la protegería de todo, Rigo quiso ir a saludar a Daniela y Mireya pero antes que lo pudiera hacer Glacie lo tomo del brazo y se lo llevo con ella para que la ayudara a empacar.

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