CAPÍTULO 16: EL FUERTE Y EL DEBIL

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En esa noche, Gladio había salido del restaurante, para ir al campamento de Miguel, el héroe Miguel le comento a Gladio que él podría obtener algunas respuestas si leía el libro, así que Gladio accedió a ir con él a su campamento.

Mientras eso ocurría en una parte del bosque, adentro del restaurante en la habitación del viejo Ron, se encontraban sus nietos y el, teniendo una discusión sobre no dejar ir a Evan con Gladio al viaje que podría revelar la verdad acerca de la desaparición de Millán y los héroes en todo el país.

Por otra parte, en el piso de abajo recogiendo, se encontraban Michael, Amber, Priscila, Glacie y Rigo ellos cinco estaban ayudando con los deberes de ese día, en cuanto a Regina, ella se había ido al cuarto de Anna a descansar, Daniela simplemente se marchó del restaurante sin ayudar, así que Mireya fue tras ella para traerla de regreso al restaurante para que ayudara a los demás.

La habitación del viejo Ron tiene un piso de madera algo antiguo, las paredes de la casa están hechas con piedra de río y el techo es de madera al igual que el segundo piso, la habitación del Viejo Ron tiene una gran ventanal por donde entra la luz en el día, por la noche una grandes velas eran las que iluminaban el cuarto, en el piso se podía ver un tapete de piel oscura de algún animal enorme y en la orilla estaba la cama con techo de madera, se veía muy bien tendida, en ese momento en la habitación del Viejo Ron las cosas se subían de tono y se podían escuchar los gritos hasta la planta de abajo.

—No iras y es mi última palabra— Decía Ron con un alto tono de autoridad.

— ¡Pero Gladio y los demás irán, no estaré solo!— Le respondía Evan con gran coraje mientras azotaba su pie contra el piso.

— ¡No, dije! A mí me dan igual los demás, y no te atrevas a responderme—

— ¡Por favor cálmense!, abuelo cálmate, Evan no discutas más con el abuelo, solo provocaras que se enferme— Anna intentaba calmarlos mientras tomaba el brazo de su abuelo.

— Pues si a ti no te importan los demás, a mí tampoco, yo iré y no puedes detenerme, ya soy grande y puedo hacer lo que yo quiera—

En ese momento lleno de emociones una persona entraba a la habitación para dar a conocer sus pensamientos más profundos acerca de la decisión que Evan quería tomar.

—No pude evitar escuchar su pequeña discusión, Evan tú debes seguir con el viaje que ti quieres—Dijo Regina con una gran confianza parada en la entrada de la puerta del cuarto del viejo Ron.

—Se puede saber qué hace usted aquí jovencita, esto es un asunto familiar, así que le pido que salga de aquí en este instante—Dijo el Viejo Ron a Regina apuntando hacia la salida con su gran brazo.

—Este es un mundo grande, y habrá personas que no siempre pensaran como tú, esto llevara a conflictos inevitables en algún momento de tu vida—Decía Regina con los más honestos sentimientos posibles.

—Eso es precisamente lo que no quiero que pase, no quiero que Evan tenga que preocuparse por los problemas que hay afuera en el mundo—El Viejo Ron le respondió con un tono más calmado al anterior.

—Pero la vida es muy corta para dejar de hacer lo que uno quiere de verdad, así que Evan si lo que tú quieres es ir en búsqueda de la aventura, debes de hacer todo lo posible por ir—

—Regina no le digas que desobedezca a mi abuelo, que clase de persona hace eso—Dijo Anna algo decepcionada con un tono molesto.

—Solo estoy tratando que elija lo que él quiere para él y no lo que tu abuelo le quiere imponer, que clase de hermana eres tu si no lo apoyas como él quiere—

Héroes ExtraordinariosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora