34 | UNDER THE MISTLETOE 🌹

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24 de diciembre, 2023Nashville

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24 de diciembre, 2023
Nashville

Austin observó con regocijo su nueva obra maestra. Había colgado un muérdago encima de la puerta del salón que daba hacia las escaleras principales. Por lo tanto, quien quiera que cruzase el umbral, tenía que besar a la persona con la que se encontrase a su lado, según la tradición.

—Muy ingenioso el detalle pero te recuerdo que Travis mide 1,96 —decreté dándome cuenta que estaba demasiado bajo mientras sujetaba unos platos bastante delicados entre mis manos en cuanto ayudaba a mi madre a montar la mesa del comedor.

La mesa estaba cubierta por un mantel bordado que hizo mi abuela Marjorie años antes de fallecer. Era perfecto para la ocasión, elegante y de un color blanco como la nieve. Encima habíamos colocado unos manteles pequeños de color burdeos con estampados navideños donde iban los platos soperos. Mi padre sacó unas copas de cristal de una vitrina que solo se usaban para cenas importantes y las iba poniendo de tal manera que pareciese un protocolo sacado de un restaurante de cinco estrellas.

Last Christmas de Wham! sonaba en el tocadiscos una y otra vez mientras colocaba los platos e la mesa cuando de repente, mi madre desaparecía de la cocina. Empecé a buscarla por todos los rincones cuando al llegar al hall de la entrada, ella bajaba con varios suéteres de lana en color verde y rojo, con un reno estampado a punto de cruz.

—Debe de ser una broma... —puse una mano en la frente mientras Andrea sonreía muy ilusionada deseando que nos los pusiéramos para recrear una estampa familiar —¿Puede ser opcional?

—Ni hablar, los he cosido yo personalmente. Nos lo pondremos para la cena de esta noche y no quiero reproches —decretaba Andrea entregándome mi suéter, luego Austin tomaba el suyo y finalmente mi padre.

Miré a Austin y encogí de hombros, sin otra elección. Me puse delante del espejo y me puse el suéter sintiendo como picaba la lana rozándome los brazos. Encogida al sentir como ceñía mi torso, me empecé a reír de Austin al verle prensado mientras mi madre no dudaba en sacar una cámara de fotos para inmortalizar el momento. Ambos posábamos poniendo muecas hasta que sentí una notificación en mi teléfono móvil.

Me acerqué desesperadamente y vi que era Travis. Había llegado al aeropuerto de Nashville por lo que cogí una gabardina y avisé a mi padre para que me llevase a recogerle. Tenía muchas ganas de pasar la Navidad junto a él ahora que habíamos retomado el contacto y el afecto que manteníamos.

Impaciente, procuraba que mi padre fuese más rápido pero las carreteras estaban un tanto peligrosas por el hielo derretido y la nieve que había caído los días previos. Llegábamos al aeropuerto y entré hasta la puerta de desembarque cuando le vi salir de la pasarela con cuatro capas de abrigos, guantes, bufanda y un gorro de lana. Apenas podía mantenerse en pie y me abrazó tan fuerte que casi me dejó sin respiración.

—¡Travis! Por fin estás aquí —dibujé una gran sonrisa en mi rostro mientras el se quedaba atónito al verme de nuevo —¿Cómo ha ido el viaje? —inquirí tomando una de sus maletas de equipaje mientras mi padre esperaba en el coche a la espera de que saliésemos de la terminal.

Electric Touch © ✔️ (UD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora