No toda la suerte está echada en el tiempo de juego, a veces, los golpes de efecto suceden entre bambalinas, lugar donde los focos no pueden apreciarlo.
El es Travis Kutcher, «tight end» de los Kansas City Chiefs.
Un lince sobre el c...
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2 de septiembre, 2023 Nueva York
Después de finalizar la primera etapa norteamericana de la gira, llegaba por fin el merecido descanso que tanto necesitaba. Han sido meses realmente duros pero memorables, aún mantengo el calor del público a pesar de volver a mi hogar para enfocarme en mi vida privada. En el horizonte, un documental sobre The Eras Tour estaba siendo producido con todo el cariño para ser publicado en cines. Me moría de ganas de ver el resultado. La nueva versión de 1989 estaba más que preparada para ser escuchada y no podía esperar a ver el resultado entre mis fans. Sin lugar a dudas se venía un otoño cargado de sorpresas.
A mi vuelta a Nueva York, pasé brevemente por Electric Lady Studios para escuchar los últimos arreglos de algunas canciones que estarían en la Vault de 1989. Era demasiado perfeccionista con mis proyectos y me enriquecía verlos milimétricamente correctos.
—¡Jimmy! Se oyen de infarto. Es una auténtica bomba —alucinaba al escuchar la base y los drums de Suburban Legends y Is It Over Now?
—Es de los mejores vaults que has hecho —detallaba el productor con cierto entusiasmo.
En un intento de acercarme hasta mis pertenencias que las había dejado cerca de una mesa, mi teléfono móvil comenzó a sonar paulatinamente. Lo cogí y miré la pantalla viendo que se trataba de Travis.
Habían pasado tres semanas desde la última vez que hablé con él. Después de decirle lo realmente ocupada que estaba con los shows en México, Travis decidió desaparecer por un instante. Pensé que le había molestado mi contestación pero debía ser empático conmigo.
Ver su llamada me hizo revolverme el estómago pero a la vez, un alivio al pensar que aún seguía ahí, esperándome como había pactado.
—¿Diga? —me aleje un poco de la cabina de grabación para que no interfiera el ruido.
—¡Taylor! Pensé que no lo cogerías. ¿Andas ocupada? —preguntaba Travis al otro lado, mientras se oía ventisca de fondo como si estuviera al aire libre.
—¡Travis! Por fin puedo escucharte de nuevo. La verdad es que lo estaba, recién saldré del estudio —asentí recogiendo mi bolso.
—¿Has vuelto a grabar? ¡Que bueno! Me imagino que estarás en California —indagaba Travis.
—Para nada, casualmente estoy en Nueva York. Tengo una casa aquí y esta ciudad tiene algo que me atrapa. Además tengo muy buen trato con unos estudios de grabación. ¿Porqué lo preguntabas? —fruncí el ceño.
—Justo estoy en Nueva York, mi hermano tiene una penthouse y quise visitarle ya que en nada comienzo la temporada NFL. ¡Vuelta al ruedo! —añadía Travis muy enloquecido, haciendo salir su espíritu deportivo.
—¡Estás justo aquí, en Nueva York! —me puse tan nerviosa que casi me desprendo del teléfono móvil. Mantuve la compostura —¡Cierto! Que notición ¿nervioso por la vuelta al ruedo? —le pregunté queriendo saber más de él.
