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26 de octubre, 2023Nueva York

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26 de octubre, 2023
Nueva York

En la vida habían pasiones que surgían ante el primer cruce de miradas entrelazadas y otros que venían con el paso del tiempo, sin esperarse; eran capaces de arrebatar cualquier plan escrito con puño y letra, y desatar un tormento cruel que prometía una recompensa exquisita cual frito prohibido del Edén: la plenitud. Gigi vivía con la ilusión del primer amor. Al igual que mis deslices amorosos, ella tuvo una relación larga e intermitente con Zayn Marshall antes de que se separaran hace dos años. También se la ha relacionado con e actor Leonardo Darwin en el pasado.

Pero al igual que mi relación con Travis, Gigi caía rendida por un reconocido actor que ambulaba por las calles de Nueva York con el corazón en un puño. El destino los unía sin esperarlo, a destiempo, con las llamas intactas. Tanto ella como Bradley, ambos han tenido relaciones de alto perfil en el pasado por lo que siempre permanecían en la lupa de todo espectador. Él se había separado de la modelo rusa, Irina Salvage en 2019.

Aquella mañana, decidí ir de celestina.

Me puse un vestido negro oversized que hacía reminiscencia al rugby y que lucía prácticamente como un vestido acompañado de un collar. Al atuendo, le añadí un par de botas chunky que llegaban hasta las rodillas y un bolso. Previamente al encuentro, Gigi me mandó la ubicación exacta de su apartamento y fui llevada en uno de los coches de mis escoltas, que siempre me mantenían resguardada. Al bajar, algún que otro paparazzi infiltrado pudo fotografiarme en cuanto subía las escaleras del edificio.

Nada más entrar a su apartamento, me quede impregnada por su estilismo. La sala de estar en el sótano, el gran salón con techos de doce pies de altura, el jardín trasero con terraza y los suelos de madera de pino con tablones anchos le daban a la casa una gran calidez que parecían encajar con la sensibilidad nativa de la costa este de Bradley.

—Vuestra hada madrina, ha llegado —asentía entre risas, dándole un gran abrazo a Gigi quien sostenía la puerta en cuanto me acomodaba en el interior. —¿Y Bradley?

—En la terraza, acaba de haceros un picoteo muy típico, ya sabes... tabla de quesos, jamón, vino... —detallaba Gigi ladeando la cabeza en cuanto cerraba la puerta y caminé hacia la terraza en cuestión que se situaba en medio de aquel edificio pero rodeado de exóticos árboles que daban una armonía de lo más reconfortante.

—A ti te estaba buscando, un placer verte Bradley —saludaba dándole dos besos. Bradley lucía como un hombre de las montañas. Se había vuelto a dejar algo de melena, enfundado en una camisa de cuadros media abierta por el cuello, pantalones vaqueros anchos y sandalias de estar por casa. Me impresionaba el contraste que tanto el como Gigi mantenían.

—Gigi me ha hablado de tu grato favor hacia nuestra intimidad, estoy perplejo porque me parece demasiado el valor... —asentía Bradley tomando asiento, al otro lado de una pequeña mesa donde tenían montando todo un festín culinario.

Electric Touch © ✔️ (UD #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora