4. Pastel, parte I

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Capitulo 4.  Pastel, Parte I

  Pastel, Parte I

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Hace 100 años

La organizadora de bodas de Yuki y Zero enarcó las cejas. Nunca había tenido clientes tan frustrantes, especialmente el novio. Estaría condenada si él arruinaba su reputación como la organizadora de bodas de fama mundial para la élite de la sociedad vampírica.

El recuerdo de la selección de los colores de la boda era una especie de pesadilla para ella. A la novia le gustaban los colores extraños: naranja neón y lima limón. Al novio también le gustaban los colores extraños: el azul verdoso y el marrón fangoso. La planificadora tuvo que preguntarse si estaban planeando una fiesta de Halloween en lugar de una hermosa boda. Hizo falta mucho tacto y paciencia para convencer a la pareja, especialmente al novio, de que esos colores eran inaceptables. Consiguió que se decantaran por un gris claro, un celeste pálido y un verde esmeralda intenso.

Sin embargo, ahora le esperaba otra terrible batalla: el pastel de bodas.

La diseñadora sonrió a la joven pareja y al hermano de la novia. "¿Qué tipo de pastel quieren, señorita y señor?" Dijo con una sonrisa ganadora.

Yuki se encogió de hombros. "No me gustan mucho los pasteles. Me gustan más los donuts y los cupcakes". Se volvió hacia su futuro esposo. "¿Qué tipo de pastel de boda quieres, Zero? No voy a ser muy quisquillosa al respecto. Lo que quieras; lo haremos".

Zero frunció el ceño. ¿No debería una novia normal estar más ansiosa y apasionada por este tema de la boda en particular? Bueno, había mujeres y luego estaba Yuki. Zero le dedicó una pequeña sonrisa mientras se frotaba la barbilla mientras pensaba en ello.

Kaname tosió ligeramente. "¿No deberías elegir un pastel que todos tus invitados puedan comer?". Sugirió con ligereza.

Zero lo miró causalmente, y luego volvió a mirar al Panadero. "De avena. Quiero un pastel de avena". Le dijo.

La sala se congeló.

Los ojos del Panadero se abrieron de par en par. Kaname trató de cubrir su sonrisa con la mano. La organizadora de la boda pensó que un rayo la había golpeado.

Yuki se volvió hacia Zero y sonrió. "Esa es una buena idea, Zero".

Sólo cuando el infierno creara una estación de esquí, la organizadora de bodas permitiría que la parodia de un pastel de bodas de avena llevara su nombre.

La organizadora lo miró con incredulidad. "¿Avena? ¿Quieres un pastel de bodas de avena?" ¡No podía estar hablando en serio!

"No quiero comer nada poco saludable en mi propia boda". Dijo Zero con tono inexpresivo. "La avena tiene mucha fibra".

"¿Fibra? ¿Fibra?" Ella se estremeció. "¿Quién piensa en la fibra cuando elige un pastel de bodas?"

"Bien, entonces". Zero apretó los labios con fastidio. Los ojos de la planificadora se crisparon: ¿tenía la audacia de molestarse con ella? "Entonces no insistiré en un pastel de bodas de avena".

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