31 Divorcio, Parte III

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Capítulo 31 

Divorcio, Parte III

Divorcio, Parte III

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Presente

Lo primero que notó Kaname al abrir la puerta fue el rico y embriagador aroma a rosas y sándalo.

Lo segundo que notó fue la suave, cálida y cariñosa mano del hombre sobre el lado derecho de su fría cara. Sus largos y pálidos dedos y la palma abierta de la mano ahuecaban su rostro con mucha suavidad.

La tercera cosa que notó al abrir la puerta fueron los angustiados y aprensivos ojos gris púrpura del hombre que estaban completamente enfocados en él.

"Maestro Kaname, ¿qué ocurre?" La profunda voz de Silver era tranquilizadora y extremadamente preocupada. "¿Quién le ha hecho daño?" Todo su centro de atención se dirigía únicamente a Kaname en ese mismo momento.

Herido.

Ah.

Ese sentimiento que le quemaba dentro del pecho tenía un nombre.

Herido.

Kaname miró a esa persona que había diagnosticado con precisión su actual estado mental. Los expresivos ojos de Silver brillaban con cariño y amabilidad, y Kaname no podía mentirle a esos ojos que le regalaban la mirada que más prefería. "Mi esposa". Susurró imperceptiblemente.

Hubo una breve mirada de sorpresa y luego una repentina comprensión empática. Silver le dio un ligero masaje en la mejilla, y luego asintió con su cabeza de pelo plateado. "Adelante. Deja que te prepare tu té favorito". La mano blanca como la nieve de Silver se detuvo mientras frotaba suavemente el rostro de de Kaname y le tocó ligeramente la nuca y el hombro. A continuación, se hizo a un lado y le permitió completo acceso a la habitación.

Posteriormente, Kaname entró en su exclusivo santuario.



Presente

Mika estaba terriblemente ansiosa.

No podía encontrar a su joven adolescente a cargo, la princesa Juri Kuran, en ningún lugar de la mansión.

Mika escuchó la conversación entre madre e hijos fuera del lujoso tocador de la Reina. ¡No era como si estuviera escuchando a escondidas! La puerta estaba ligeramente abierta y no cerrada con llave. Además, la breve conversación que se convirtió en una discusión masiva había sido muy ruidosa y ella, a pesar de su bajo rango, también era un vampiro.

Había oído a Juri gritar a su madre las palabras "Te odio, mamá. Te odio". Y luego salir rápidamente de la habitación.

La princesa Juri parecía una criatura lamentable con su cara manchada de lágrimas y sus ojos manchados de rímel. Se había apresurado a pasar junto a Mika y no le había dirigido una sola palabra a pesar de haberla visto en el pasillo. La joven adolescente se había limitado a pasar de largo, corriendo hacia su dormitorio, y cerrando la puerta de un fuerte portazo.

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