Las Dimensiones De Mi Universo

Dimensión 7

Dimensión 7: Vergüenzas ajenas y propias ¿Soy gay?

Si alguna vez me queje del Jason de la dimensión del cuento, pido disculpas, si, el saber que era mujer me traumo y creí ingenuamente que esto no podía ser peor. La verdad no se porque creí en eso si las moiras son expertas en llevarnos la contraria a los semidioses. Una vez más caí en la oscuridad en cuanto me dormí entonces pude verlo claramente y me asuste, no era yo, definitivamente no era.

Y no fue un susto como cuando vi al otro Jason con su pequeño Percy, no era más alto, no era más fuerte, ni musculoso que yo. Nada me preparo para esta dimensión, o quizá si, la advertencia de Thalia sobre qué las dimensiones podrían ser peores y que mis amigo podrían no ser los mismos que en mi dimensión debió darme una clara advertencia sobre esto.

El Jason que vi, era... casi era una mujer, delicado, piel reluciente, cabello bien cuidado, manos delagadas y me estaba mirando como si yo fuera la peor versión de si mismo. Ambos dimos un grito silencioso mirando al otro.

Este viaje dimensional se estaba poniendo demasiado bizarro. Y en ese instante no comprendí porque mi yo de esa dimensión parecía tan disgustado conmigo, pero no tarde en descubrirlo.

En este punto ya estaba acostumbrado a no ver la nueva dimensión hasta que amanecía y me alegraba eso, porque eran menos horas de lidiar con lo que sea que estuviera pasando en ellas, no obstante en esta dimensión no todo sucedió como en las demás.

Abrí los ojos de golpe en cuanto sentí que caí dentro de mi cuerpo una vez más, bueno el cuerpo de esta dimensión y había alguien encima mío, unos ojos verdemar intensos acechaban sobre mi y en una de sus manos sostenía un látigo de cuero. Grite y grite mucho dándome cuenta que estaba en una situación desfavorable e incómoda.

—¿Jason? Esta bien... estoy haciendo lo que me pediste— El chico musculoso que se cernía sobre mi retrocedió y se que era musculoso porque no traía ropa alguna sobre su torso, de hecho si no fuera por un pequeño short negro de cuero él estaría completamente desnudo.

Yo movía mis manos tratando de zafarme de mis ataduras, porque si mis manos estaban atadas con cuerdas de color rojo al respaldar de la cama lo que hizo que mis movimientos fueran más violentos.

—¿Jason? —Yo seguía moviéndome mientras él quería que le preste atención, trataba de mantenerlo lejos de mi dando patadas en el aire y ahí note que lo que traía sobre mi era exactamente como vi irse al otro Jason y la razón por la que grite cuando lo vi.

Explicó, no me horrorizó tanto el hecho de que prácticamente luciera como una mujer una vez más, más bien fue el hecho de que lo que el traía puesto era una tanga roja con un pequeño vestido transparente rojo también. Y ahora estaba sobre mi, perdón si eso me hizo perder la cabeza.

—¿Jason? Espera, espera, si ya no quieres esto déjame hacerlo, déjame —Él intento inútilmente ayudarme a deshacerme de mis ataduras, sin embargo yo seguía pateando en el aire y le impedi acercarse más.

—¡Aléjate, aléjate de mi! —Chille, mi voz salió más aguda de lo que esperaba, él se alejó luciendo avergonzado y deje de moverme tratando de volver a mi centro, no iba a llegar a ningún lado si seguía alternándome.

Los dos nos quedamos mirando en medio de la oscuridad de la cabaña, estábamos en mi cabaña, extrañamente el Zeus Hippie estaba cubierto por una gran sabana blanca, la cama en la que estaba era más grande que la de mi dimensión y por último me fijé mejor en el chico musculoso desprovisto de ropa que estaba en la habitación.

—¿Percy? —Pregunte vacilante, era mi amigo, pero no se parecía a mi amigo, se veía muy alto y fuerte, como si hubiera consumido una gran cantidad de esteroides.