Dimensión 4: Delante de las cámaras es otro mundo.
Que mi cuerpo se desvaneciera ya no se me hizo tan extraño como al principio, pero que se reconstruyera, o que mi ¿alma? Llegara a otro cuerpo, eso sí fue extraño. Es la primera vez que fui consciente de que estaba entrando en el cuerpo de otro Jason, también de que ese Jason estaba yéndose.
Solo fue por una milésima de segundo que logré verle, era exactamente igual que yo, o al menos desde mi perspectiva. Bueno, debía parecer a mi ¿no? Aunque si era sincero, no me vi como en un espejo, el que se fue era un extraño para mi.
Abrí los ojos en cuanto logre sentir que estaba en un cuerpo. Tome una honda bocanada de aire y mire el techo, mi pecho subió y bajó solo una vez, sentí que no estaba solo. Pero no le di importancia, al menos no sentía nada de dolor, no era una chica, no escuchaba voces de dioses, no era una chica, mi cabello no estaba largo y lo más importante: No era una chica.
Así que simplemente volví a cerrar los ojos y dormi, ya tendría tiempo para ver en qué mundo me despertaba y con que nuevos amigos, o enemigos, me encontraba. La verdad, no espere lo de los enemigos, pero los tuve más cerca de lo que deseaba.
—Jay, ya debes levantarte —Decía una voz adormilada a mi lado cuando me desperté la siguiente vez.
Despertar: Primero en una casa normal; no estuvo tan mal. Segundo en el suelo de mi fría cabaña; incómodo, si, pero tampoco estuvo tan mal. Tercero; hacerlo en un cuento; aterrador, porque era una chica.
Pero no imaginé que había algo peor que eso. Y que después de eso habría peores despertares que este.
La voz que oí la conocía, o al menos lograba distinguirla. Abrí los ojos despacio, me di cuenta que no me había equivocado, un par de ojos verdemar devolvieron mi mirada. Su cabello negro estaba revuelto, su rostro extrañamente limpio, sus facciones. Oh dioses.
Percy parecía un maldito modelo de revista, su cabello aunque desordenado se veía perfecto, brillaba con luz propia, su piel relucia de vitalidad, todas las facciones de su rostro parecían tallada por los mismos dioses. Su sonrisa estaba compuesta por unos dientes perfectos, tan blancos que opacaban la luz del techo.
—Percy —Susurre levantando una de mis manos hacia su rostro, este no podía ser mi amigo. Es decir, Percy era apuesto, no lo puedo negar; medio campamento babeaba por él, pero también lucia una belleza natural, este en cambio lucia más una de portada de revista.
—¿Qué pasa Jay? —Termino de juntar mi mano con su mejilla, un gesto que se me hizo adorable. Su mejilla estaba tibia.
Entonces fue cuando mis ojos comenzaron a bajar, primero su cuello y clavículas, luego su pecho, sus pectorales bien definidos, tonificados, un abdomen con cuadritos. Y entonces lo note, mi amigo estaba casi desnudo, una de sus manos sostenía la mía contra su mejilla, la otra estaba a un lado mío sirviendo de apoyo para no caer encima mío.
Baje un poco más la vista, el estaba sentado a un lado mío y solo traía puesto un bóxer de color azul. Me obligue a mirar hacia arriba de nuevo, yo tenía confianza con Percy, pero mi rostro se comenzó a calentar.
—¿Estas bien? —Soltó mi mano que estaba en su mejilla, la colocó al otro lado mío y acercó su rostro peligrosamente al mío. Se veía aún más apuesto de cerca y entonces supe que tenía que correr.
—Debo irme —Lo empuje a un lado y salí de la cama completamente en pánico.
No sabia donde estaba, esto no era la cabaña. Era más como el cuarto de un hotel muy caro, la cama donde aún estaba un desconcertado Percy (muy apuesto) mirándome, estaba cubierta con edredones que se veían muy finos, seguramente de esos que usa la gente millonaria. Había un aire acondicionado, que era lo único que producía ruido en la habitación, una lámpara en una elegante mesa de noche.
ESTÁS LEYENDO
Las Dimensiones De Mi Universo
FanfictionN/A: Esta historia es mía, la tenía en mi otra cuenta que recientemente fue cerrada. Soy Kleopever una escritora que solo quiere que su trabajo no se pierda del todo 🥺 ------ Jason estuvo teniendo un mal día, uno de los peores días de su existencia...