Las Dimensiones De Mi Universo

Dimensión 0-2

Dimensión 0-2: Gustos por los rubios.

Una noche más sin dormir, sentado junto a la ventana de la cabaña enrollado en mis mantas. La luna me hizo compañía con su luz hasta que el sueño ganó solo un momento. Era una batalla perdida pero no se rendía y era bueno en eso de no rendirme tampoco. Lo malo era que si quería rendirme.

No se cuanto tiempo logre dormir, pero se que había sido menos que el día de ayer, mi cuerpo se sentía más adolorido por la posición y las pocas energías que cargaba. Me estire en mi lugar y vi por la ventana, los hijos de Apolo comenzaban a vagar por el campamento y algunos otros cuya mañana comenzaba antes del desayuno.

Me levanté de mi asiento y comencé a caminar a la ducha hasta que lo sentí, otro mareo repentino y un fuerte dolor de cabeza. Todo se me nubló por un instante. Mi cuerpo estaba diciéndome que no resistía más días sin dormir. Camine hasta al baño y me metí sin más a la tina, no me quité la ropa ni nada, solo me introduje en el agua.

Debía traerle un poco de calma a mi cuerpo antes de salir de la cabaña, calmar mis pensamientos también. Olvidar sería bueno pero se que no lo lograré, nunca logro hacerlo. Me remoje durante el tiempo suficiente para quedarme dormido, con la cabeza dentro del agua. El que no me conociera pensaría que me ahogue, algo imposible en los hijos del mar.

Siempre han dicho eso, pero les tengo información de último momento: Los hijos de Poseidón si podemos ahogarnos. Ya me ha pasado más de una vez, en el cieno, en el estigio, en los ríos del inframundo, en espectativas, en lo que no puedo ser, en incertidumbre. Si puedo ahogarme.

—Percy —La voz de Annabeth llamando a la puerta de mi baño me trajo de vuelta al mundo de los despiertos. Salí del agua llenando de aire mis pulmones y me apresure a ir a la puerta —¿Otra vez durmiendo en la bañera? Lo lamento, debí dejarte descansar —Paso sus manos por mis mejillas, ahí me di cuenta que estaba totalmente empapado.

Todo mi ser chorreaba agua, mis pijamas, mis manos, mi cabello, mis orejas y mi nariz. Todo tenía una pequeña cantidad de agua colgando de ellos y Annabeth pasó con delicadeza su mano por mi rostro tratando de secarlo.

—Esta bien, déjalo así. Necesito comer también —Trate de sonreírle pero era seguro que ella entendió que no era una sonrisa sincera ¿Por qué lo digo? Porque me dio una de esas miradas de no te creo nada sesos de alga, pero me lo dejaría pasar.

Beso mis labios parándose un poco sobre la punta de sus pies. Los labios de ella eran suaves y dulces, sabían extrañamente a lo que debía saber la felicidad. La rodee con mis brazos y ella río en el beso pero no se alejó. Me besó más. Eso era lo bueno de ser novios, no importaba si estaba totalmente empapado, ella seguiría besandome y yo tenía todo el derecho a seguirla besando.

—Hay que ir a desayunar y tienes que ver a Jason —Ella se alejó un poco de mi pero tomo mi mano para que la siga —Se ha comportado muy raro, así que estamos seguros que tiene que ser otro Jason —Comenzó a sacar las cosas de mis cajones.

—¿Cómo raro? —Me quite la camisa mojada y la deje a un lado ya completamente seca. Ser hijo de Poseidón tiene sus ventajas.

—Se levanto antes que los hijos de Apolo —Ella me tendió un juego de ropa mirándome y con eso lo entendí todo. Nuestro Jason no se levantaba antes que los más madrugadores de aquí, no al menos en lo que hemos vuelto.

—Así de raro, ya veo —Tome las prendas que ella me ofrecía y comencé a vestirme, ella se fue a la sala a esperar que me cambiara. No, mi novia no es una pervertida que se queda a verme mientras me cambio de ropa, pero a veces se que se confabula con Leo para tomarme fotos sin camisa.

No importa cuanto lo niegue, Annabeth Chase tiene fotos mías sin camisa. Y también unas llamadas Jercy. Ella cree que no lo sé pero hay un cuaderno al fondo de su baúl de la cabaña, ahí tiene esas fotos. Son mías abrazando a Jason y tienen una leyenda que dice "Confidencial" "Material exclusivo de Annabeth Chase" Si, Annabeth yo se tu sucio secreto.