Chapter 4

1.6K 70 3
                                    

Aidan Gallagher:

Me desperté porque mi celular empezó a sonar, abrí los ojos lentamente y me di cuenta de que no estaba en mi habitación, cuando intenté levantarme sentí un peso en mi pecho, bajé la mirada y me di cuenta de que era la chica de ayer durmiendo cómodamente con su cabeza en mi pecho mientras yo le sostenía su mano, ella estaba desnuda y con su pelo en su cara, y solo la tapaba una pequeña sabana ¿Que demonios pasó ayer? No recuerdo nada.

Me levanté con cuidado de no despertarla, me senté y me puse mis boxers, para después continuar con mi pantalón, mientras me abotonaba la camisa conteste el celular. Me di cuenta de que era mi madre llamándome.

- ¿Que pasa, mamá?.- le pregunté de inmediato.

- Aidan, lindo.- se río nerviosamente.- Maddison dice que no se vieron anoche.- yo solo fruncí el ceño.

- ¿No nos pudimos ver?.- pregunté confundido.

- Ella tuvo un pequeño accidente frente al restaurante.- dijo suspirando.- La pobre chica llegó tarde, y tú no la esperaste. Ella te llamó al celular, pero no la atendiste.

- Mamá, ¿Estas segura?.- dije mientras buscaba mis cosas.

- Si cariño, Maddison está conmigo, ella misma me contó todo.- me detuve de golpe abriendo los ojos como platos.

- ¿Maddison está contigo?.- dije con pánico.- Mamá, te llamaré en un minuto ¿Está bien?.- no le di tiempo a que contestara y colgué la llamada.

Mire a la chica que estaba dormida en la cama, asustado, intentando recordar lo de anoche.

- ¿Quién es ella, si Maddison esta con mi mamá?.- dije para mismo.- Imposible. Aidan ¿Que te pasó? ¿Qué hiciste, Aidan?

Me apuré en terminar de vestirme para irme lo más rápido que pueda, ni siquiera se quién es esa extraña, y me acosté con ella, definitivamente estaba ebrio. Mientras me intentaba poner los zapatos escuche un grito muy fuerte.

- ¡AAAAAAAAH! ¿Que estoy haciendo aquí? ¿Dónde estoy?.- gritó la chica mirándome asustada.

- ¿Que estás haciendo? No grites así, tranquilízate.- le dije haciendo una seña para que se calmará.

- ¿Que estoy haciendo aquí? ¿En dónde estoy? ¿Por qué estoy aquí?.- gritó aún más fuerte.

- Baja la voz, te escucharan.- dije con frustración.

- ¿Me hiciste algo malo, verdad?.- me señaló entrecerrando los ojos.

- ¿Que podría hacerte?.- dije obvio.

- Me hiciste algo malo y no recuerdo nada.- dijo tocándose la frente.- Estoy segura que lo hiciste, claro que lo hiciste. ¡Confiésalo! ¡Dilo!.- me lanzó con fuerza una almohada.- Y luego voy a matarte.

- Ah, increíble.- susurré con sarcasmo.

- ¡Seguramente algo me hiciste!.- me lanzó otra almohada.- ¡Confiésalo!

- Yo no te hice nada, te lo juro.- dije para se calmará.- Estas demente.- y me volvió a lanzar otra almohada.- No hice nada, te lo aseguro.

- ¡Eres un asqueroso!.- y me lanzó otra almohada ¿Pues, cuantas almohadas hay en esta estúpida habitación?

- ¿Y qué es lo que quieres que te diga?.- suspiré- Si yo te hubiera hecho algo anoche, lo recordaría ¿Cierto? No lo recuerdo, no, porque no hice nada, es obvio.- le sonreí irónicamente.

- ¿Estás seguro? Dime, dime si estás seguro.

- Estoy seguro.- suspiré.- Cálmate.

- Yo también lo recordaría.- dijo mientras se subía el cierre de su vestido.- No estaba tan ebria anoche ¿Pero por qué vinimos aquí? Eso no tiene sentido.- dijo corriendo por toda la habitación recogiendo sus cosas.

- Yo tampoco entiendo.- dije terminando de ponerme mis zapatos. 

Ella se acercó a mi cuando estuvo lista, y me miró con desconfianza.

- Entonces, olvidémonos de anoche ¿Está bien?.- le propuse.

- Si, está bien.- asintió.

- Genial.- dije poniéndome el saco.- Además, no tenemos intenciones de volvernos a ver ¿O si?

- Por supuesto que no.- me señaló.- Eso jamás.

- Por supuesto, eso es cierto. Entonces salgamos de aquí.- abrí la puerta y dejé que ella saliera primero.

_________ Clair:

Salimos de la habitación rápidamente y Aidan sonrió.

- Vaya, me siento mucho más relajado ahora.- yo me reí con ironía.

- Yo igual, así está mejor ¿Verdad?.- suspiré.

- Creo que no tiene sentido. Bueno, me alegró conocerte.- nos dimos la mano en señal de despedida. 

- Y no verte de nuevo.- dijimos al mismo tiempo.

- Hasta nunca.- me despedí con la mano.

- Hasta nunca, cuídate.- sonrió con sarcasmo.

- Que pena me da su actitud.- dije cuando estuve sola, y apreté el botón del ascensor.

Inmediatamente algo hizo click en mi cabeza.

- ¡Mi madre!.- dije asustada y saqué mi celular del bolso, y revisé mi historial de llamadas.- 48 llamadas perdidas. Ay, mamá va a matarme.- dije con miedo, y guardé el celular otra vez.- ¿Pero quién crees que eres, ________? ¿Quién crees que eres? 

309 || Aidan GallagherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora