CARTEREstoy en comisaria y acabo de recibir una gran noticia, se supone que debo estar dando saltos de alegría, pero no es así como me siento.
Por fin hemos conseguido una nueva pista acaba de caer sobre mi mesa y no ha podido llegar en mejor momento ni dirigirme a peor lugar.
Me preparo para encaminarme hacia el gimnasio de mi amigo Nathan. Sé que él no tiene nada que ver con Colton, pero que lo hayan visto en su local es mala publicidad y un mal augurio.
Colton Farley está metido en absolutamente todos los negocios sucios de la ciudad: drogas, prostitución, robos, asesinatos, peleas ilegales..., cualquier cosa turbia pasa por sus manos.
Podríamos decir que el negocio es heredado de su familia. Antes de que Farley tomara el control lo tenía su padre, y este lo obtuvo prácticamente de la nada, no tenemos mucha información de dónde surgió su "imperio del mal".
—¿Vas a ver a Nathan, Carter?
Kenzie se sienta sobre la mesa de mi despacho mientras habla, pero no me molesto en alzar la vista de mis documentos.
—Sí, tengo que advertirle y quizá tenga algo de información para mí.
—Y... ¿no quieres que te acompañe?
La veo juguetear con sus dedos mientras me mira, no estoy seguro de lo que está pasando por su cabeza en estos momentos.
—No es necesario, será más como una visita informal. Si no encuentro nada interesante, no quiero que el capitán se entere.
—Pero si encuentras algo podrías necesitar refuerzos —insiste.
—Nathan estará allí, y una docena de hombres y mujeres dispuestos a repartir unos cuantos puñetazos. No te preocupes, estaré bien.
—Sí, claro, estoy segura. Yo quería decir...
—Tengo que irme ya, es hora punta en el gimnasio, eso significa más testigos en potencia.
—Claro, ignórame. —Rueda los ojos, poniéndose en pie—. Hombres —se queja.
La observo salir pisando fuerte. Últimamente parece que no doy una con ella, siempre acaba enfadándose conmigo por las cosas más insignificantes.
Decido que hablaré con mi compañera en otro momento, ahora mismo solo tengo una cosa que hacer, llegar al gimnasio y encontrar nueva información útil.
Media hora después estoy en mi coche atrapado en un atasco, el tráfico es terrible a estas horas, así que trato de mantener la calma y la mente ocupada.
Es imposible mantener mis pensamientos lejos del caso, lo repaso en mi cabeza una y otra vez en busca de cualquier detalle que haya podido pasar por alto.
El trabajo es toda mi vida y no veo nada de malo en que lo sea. Cumplo con mis deberes, ayudo a la gente y, además, sacaré a Farley y a sus hombres de las calles más pronto que tarde.
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Victoria - Bilogía Invicta
Ficção AdolescenteLa vida de Victoria González es un desastre. Es una mamá osa protectora que boxea de noche y sirve mesas de día y, aun así, apenas puede llegar a fin de mes. Lo que menos necesita es un guapo y sexy inspector vigilando su trasero a cada paso, menos...