CARTEREscucho el ruido de las sirenas mientras bajo de mi coche. Se supone que yo no tendría que estar aquí, pero cuando me dijeron quién era el cadáver supe que esto estaba relacionado con mi caso.
Kenzie ha llegado antes que yo a la escena del crimen, ella vive cerca de este barrio. Me dice que Adrien Langdon ha sido asesinado, la causa de la muerte es un único disparo en la cabeza.
La víctima vive delante de la calle donde lo encontraron y están llevando a su novia a comisaría para tomarle declaración después de que haya dejado a su hijo en la guardería. Mi corazón se encoge, otro niño al que Colton deja huérfano.
Le cuento a Kenzie lo que averigüé en el gimnasio referente a Langdon, su trabajo como entrenador y cómo había intentado meter a Victoria González en las peleas de Colton. También le cuento que lo vi en el combate de la noche anterior hablando con él y mi teoría.
Rápidamente me hago con el caso, pido que revisen sus cuentas y que me traigan a comisaría a Nathan, Victoria y a todos los aspirantes que entrenaban con él.
—¿Cómo fue la noche? —pregunta Kenzie mientras conduzco camino a la oficina.
—Nada especial. —Me encojo de hombros.
—Salvo porque fuiste a una de esas peleas, te enfrentaste a Colton y, como siempre, no me llevaste a la acción.
—Como te he dicho, nada especial.
—Nunca me cuentas las cosas interesantes —se queja cruzándose de brazos y fingiendo un berrinche—. ¿Qué clase de amigo eres tú?
—El único que te aguanta.
—Cállate, tú tampoco eres fácil de aguantar. —Caemos en un cómodo silencio que dura más bien poco—. ¿Y viste a Nathan?
—Lógicamente, él organizó la pelea.
—Hace mucho que no lo veo.
—Lo viste el otro día en la oficina.
—Sí, y tú acaparaste toda su atención. ¿Seguro que no estáis saliendo en secreto?
—¿Acaso estás celosa?
—¿Te caíste de la cuna de pequeño? —pregunta, indignada.
No dice nada más y yo solo me río de sus tonterías, a ella le gusta mucho molestarme y de vez en cuando también está bien devolvérselo.
Llegamos a la comisaría en poco tiempo y decido ponerme a investigar este caso. Me dicen que encontraron su teléfono móvil en casa, lo que me hace suponer que salió con prisa a algún lugar cercano y se dejó allí sus pertenencias.
En su registro encontramos varias llamadas a un número sin nombre, pero las últimas son todas a la misma persona, incluso con mensajes.
—Victoria González. Vaya..., parece que tenía muchas ganas de hablar con esta chica, ¿no? —comenta Kenzie.
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Victoria - Bilogía Invicta
Teen FictionLa vida de Victoria González es un desastre. Es una mamá osa protectora que boxea de noche y sirve mesas de día y, aun así, apenas puede llegar a fin de mes. Lo que menos necesita es un guapo y sexy inspector vigilando su trasero a cada paso, menos...