Parte 1

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Paso solo un mes desde que estoy aquí trabajando en este montón de basura llamada "Blue Navy". Pensé que lo mate con el cañon, pensé que le había terminado la vida, no, no pasó eso. Yo estaba ya teniendo pena por haberlo "matado", pero sunshine blue no sobrevivió.

Para colmó no me deja salir, parezco un prisionero en estas paredes de semento y metal.

Aún recuerdo los días dónde era feliz. Estar afuera, estar con mis amigos, estar con la gente que quiero o quería, pelearnos como antes por estupideces...

Solo son recuerdos, no debo de que ponerme a llorar por que el día que mate a lear blue me iré de aquí sin antes quemar este lugar con los miles de inventos que creo.

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Era muy temprano, como siempre el de visores y cuernos se levantaba veinte minutos de anticipación, así lo exigía el líder, no le gustaba por que era para trabajos, planificar cosas o simplemente cuando estaba de malas le golpeaba, y eso era casi siempre.

Se preparó y salió, eran las cuatro treinta y cinco, sólo eran cinco minutos que se iba a donde es la oficina del blue leader. Al entrar vio al frente al líder sentado en su escrito esperándolo. Le daba miedo aquella mirada y sonrisa de aquel sujetó por que sentía como sí pensara algo malo para él, solo que no eran golpes, tenía esa sensación de inseguridad y de querer irse corriendo rápido de allí, claramente no podía.

No se dio cuenta cuando ya el líder de aquélla base estaba al frente de él, cuando sintió la mano en su hombro sintió temor, temor por que podía ser otra golpiza por dejarlo tan desfigurado de su lado derecho del rostro y mano.

- Hey estúpido Tord.

Este tiene la mirada abajo - ¿digame señor?, ¿quiére que le prepare café, agua?, ¿quiére que le preparé documentos, una conferencia?, ¿o quiere que me valla por ahora? - ya sabía el guión, es de todos los días.

- Pido que me veas a los ojos idiota. - Dijo en secó, el otro lo vió, suponía que era para quizás que le quite las gafas y dejarlo con el ojo morado, pero este no fue el caso, le quitó las gafas pero no pasó nada, el líder solo veía algo con detalle.

Tiene prohibido hablar para preguntar que pasaba, solo podía mantenerse en silencio, de igual manera mientras no lo golpeara no habría nada el cual al menos llorar.

- Se ven tan lindos - pensó en voz alta, no entendió bien a lo que dijo, volteo atrás para ver una planta de color púrpura.

- Señor, - dijo él de cuernos - dijame para que me quiere - dijo ya viendo otra vez hacía abajo.

- ... Quiero que me hagas un trabajo, es fácil el trabajo, quiero que sigas una serie de pasos Tord.

- Diga señor.

- Quiero que me obedezcas a todo lo que te pida.

- Eso lo hago todo el tiempo señor.

- Lo se pero esto cambiaría todo.

- ¿Puedo saber de qué?

- Solo dire que nuestra relación de jefe y empleado cambiaría - colocó una mano en el cabello del británico.

- ... ¿Eso que me garantizaría? - aún no estaba seguro del todo.

- Bien, que te daría día libres para que te puedas regalar.

- Eso no me convence del todo, señor.

- Bien - empieza en acariciar el cabello de él rojo, - tendrías días libres y una mejor paga que la mediocre que tienes, ¿qué dices? - puso la mirada en un cuadro de él mismo - ¿aceptas?

Pensó por un momento las cosas, no le a dicho bien el como cambiaría su relación, no puso en claro en que aspectos, y no puede confiar a las ciegas en él hombre que arruinó su vida y la vida de sus amigos, eso sería traicionar a tu familia. También pensó en lo que le beneficiaría y bueno, podría ya salir de esa armada por que nunca para el trabajo, buscaría a Matt y a Edd, y quemaría la armada con ellos, pensándolo bien, no sería tanto como una traición, se podía vengar.

Respiró ondo, sabía que sí metía la pata sería hombre muerto pero, ¿quién lloraría por un testigo que ni sabe en dónde se encuentran sus amigos?, también no es como sí hiciera mucho. Ya dejando salir el aire empezó a mover su boca y a decir palabras.

- Está bien señor, aceptó.

No podía ver la cara de el líder azul directamente, solo podía sentir como si lo estuviera viendo con una sonrisa como sí tuviera algo planeado, pero nada. Hasta ahora nada...

- Bien, puedes retirarte Ridgewell, - se separó de aquel chico, y cuando este ya puso una mano en la manija, - recuerda, mismas hora.

- Sí señor - salió de allí y cerró para hacer ya trabajó.

Se sentía aliviado por que en aquel día no pasó algo por que preocuparse. ¿O sí?

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