Parte 1/2

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Toda la tarde fluyo con total normalidad, se sentía bien, no había hasta ahora malos tratos, vergüenzas a su persona, pensamientos y acciones horribles, solo estaba el británico allí organizando trabajo de la semana. Se sentía como un sueño, sentirse liberado, no estar angustiado y sobre todo que no lo vigilarán a las veinticuatro siete.

Le gustaba eso, le agradaba, le así sentir todo eso en paz.

Toda esa semana fue, bueno, no perfecta pero sí una de las mejores que a tenido.












...Pero...











Todo había terminado en ese amanecer, ese maldito fin llegaría, terminaría esa paz, esa sensación de tranquilidad, de ahogamiento, inseguridad.

En pocas palabras, todo se había ido a la puta mierda.

Un soldado se acercó al chico de rojo, este se veía cansado pero se veía que sólo tenía que hacer algunas cosas antes.

- Hey idiota - dijo.

Se enojó por el apodo - ¿Qué quieres Jerry?

- Sólo vengo aquí rápido, no quiero que me vean con la perra del líder.

- Te pido de la manera más atenta posible que no me llames perra.

- ¡Ja!, no me hagas reír, tú, yo y todos sabemos que eres la perrita del líder, así que en vez de ladrar escucha por favor animal.

- Sabes, creó que en el basurero hay una rata de alcantarilla, solo vistete de rata, metete en la basura e imita una rata, ¿sí? - puso una sonrisa pero de molestia.

- Maldito estúpido. - Lo agarra del cuello, pero antes de darle un golpe en los visores oye la voz de uno se sus compañeros.

- ¡Jerry!, ¡Deja de joder y vamonos!

Gruñe y tira al de cuenos en el piso. - Bien, en la otra me las pagarás idiota, pero no creas que me vengare yo, no, no hará el señor.

No entendió el chico - ¿qué-?

- Así como lo oiste, él señor te quiere en su oficina y se ve enojado.

- ¿S-abes por qué...? - tartamudeo, si le tenía miedo a eso.

- No se la verdad, pero oye, ¿por qué no lo buscas tú maldita perra? Ja. - Se fue sin más.

Se sentía nuevamente con la soja al cuello, los pulmones querían reventar y que lo tragara la tierra. Se sentía con una angustia que daban ganas de suicidarse con lo que sea.

Trato de respirar para relajarse pero era fuerte y nada calmante, no le servía la técnica de la respiración onda.

Fue allí lo más rápido posible, no quería que lo trataran mal o peor que antes.

Tocó la puerta, y se oyó la voz del lider, - ¿puedo pasar líder? - recibió una "Sí puedes" por respuesta. No se oía enojada la voz, tenía un tono tenebroso y amagro en su parecer. Agarcho su cabeza para no recibir un castigó peor que la muerte.

Entró y cerro la puerta, vio como de a poco se acercaba el líder, no fue mucha la cercanía, al menos no en esos momentos.

- ¿Por qué llegaste tarde? - pregunto serio, no era agradable esa voz tan ronca y profunda.

- Perdón líder, se me hizo tarte...

- ¿Tan tarde de pelearte con uno de mis mejores cadetes?

- ¿De qué habla señor?

- No te hagas él que no oye estúpido, te peleaste con alguien de la armada y hasta dejarlo en el hospital.

- Yo no me pelee con alguien señor, y mucho menos lo mande al hospi- - fue interrumpido por recibir una patada MUY fuerte en el estómago haciendo que se caiga al piso por el dolor.

- ¿Aparte de mentiroso me contradices?

- P-pero señor- - fue nuevamente interrumpido.

- Con tus "peros" no resuelves nada, no se, aprende otras cosas, ¿qué no fuiste al kinder/jardín de niños y te enseñaron a socializar con normalidad?

- ...No soy un niño señor...

- Por eso mismo te trato así, hasta un niño de tres o cuatro años hablaría mejor que tú bastardo.

Hubo un silencio en esa habitación, pero duro en pocos segundos ya como se agachó el pelinados parados al chico de cuenos.

- Recuerdas el trato, ¿o no?

Solo asintió él de visores.

- Bien, creó que te ganaste un castigó.

Él otro solo se dispuso a retroceder de aquel señor, no quería que le pegaran por algo que ni siquiera sabe de que habla.

Le agarraron en cuello y lo puso en el piso ingiendo ahorcadas.

No podía respirar bien, era vulnerable por que la mano de el azul era una de metal, no podía moverse como cuándo la mano era de carne y hueso, solo que nunca estuvieron así.

- T-tom - le empezaba a doler el cuello.

- Bueno, un rumor es falso. - Dijo un poco triste - pensé que eras masoquista Tord, eso me entristece.

- Pare señor... Oxígeno- - no pudo terminar por que sintió unos labios con los suyos, era un beso repugnante y sucio para él de rojo, mientras para él de lentes era uno lindo y com "amor", se separaron por que se acordaba mucho más el oxígeno, dejó que respirara un poco él de rojo.

- Bueno, haré que seas un masoquista que quiera que le traten como a una puta~. - eso lo asqueo más, no quería que un pervertido traidor del séptimo inframundo lo tocará, no quería que ese demonio le pusiera el cargador en la entrada o suplicar por más tortura. No quería, era una pesadilla.

Intentó sacar las manos del sin vergüenza del líder, no quería ser el "vulnerable y masoquista", no quería ser perra de nadie.

- Veo que no quieres estar conmigo~ ja!, eso me divierte mi bastardo. - Quitó una mano y agarro las manos entrelazandolas en éstas para que no intentará quitar el agarré.













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En la otra parte tendrán su cochinada llamada "esto no es amor", obvio que no es amor.

Bueno, esperen hasta mañana 😋





























(Mentira, hasta alrato)

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