Parte 7

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Ya era el último día, todos estaban ya cansados pero sabían que después de esto de vendría lo pesado, así que no sabían si querían esto o marcharse de allí, pero al final todos necesitan dinero, hasta el más rico para sus caprichos.

Él noruego de azul estaban pensando el que hacer, Priscila dice que no hay candidatos para un experimento que quería hacer. Él estaba furioso, quería saber que hacer con eso, podría ser la arma perfecta para está patética armada que trató de cuidarla desde que estuvo allí.

Pero ¿qué podría hacer? Un mono no haría caso, ni una mariposa.

- Señor, hay que hacer algo, su abuelo vendrá pronto y hay que hacer algo para que no se valla todo lo que todos trabajamos-

- ¡CÁLLATE MUJER! Solo me estás poniendo más ansioso con esas palabras que todos sabemos.

No dijo nada, debía que ser más discreta en esto, sabe lo que está pasando y sabe que él está preocupado por esto, es su armada, es su negocio, ¿qué podría hacer?

- Señor.

- Nada, solo vete, yo veré luego ese asunto.

Se fue la chica, él se quedó solo, le molestaba que la gente fuera así.
Saco un cigarro, quería tranquilizarse con eso, se fue donde estaba su secretario, le dio por está ocasión tiempo libre para descansar del trabajo del día a día.

Estába caminando hasta que estába en sus pensamientos, no suele estar allí por mucho pero por esta vez estuvo allí.

¿Por qué se decía a él mismo que se enamoró de una persona si le hace daño?, ¿por qué lo ama a pesar de que el amor que siente es prohibido y nulo?, ¿por qué se sentía tan mal verlo así?

¿Cómo fue que todo se fue a la mierda?

Estaba tan metido en esos pensamiento que estaban en su mente, que no se dio cuenta que llegó al lugar donde quería estar. Cuándo se dio cuenta se sintió confundido, se sentía mal, pero no debía de que demostraro.

- Señor, ¿pasa algo?

- Nada Tord.

- Se ve confundido - vio abajo, no quería que lo artomentaran por verlo a la cara. Él otro se acercó y lo abrazo. - ¿señor?

- Por está oración no temas, solo quiero estar bien contigo en está ocasión.

- ¿y las demás y futuras?

- Las demás no importan la ve verdad, eso se quedó en el pasado, pero en las futuras no se que valla a pasar, solo quiero estar contigo.

Eso sí que fue muy confuso, pero lo dejó, solo quería estar bien y no entrometerse más.

- ¿Qué te parece si está noche vamos a un lugar, yo te puedo invitar.

Eso sí que es de sorprenderse.

- No señor, sería en otro momento, pero ahora no quiero.

- Está bien, será en otra ocasión.

- Sí...

Se desapartaron del abrazo.

- Bueno, nos vemos en un rato, tú descansa mientras yo voy a ver que cosas hay de la armada. - Dijo eso y se fue.

Pensaba que era por los trabajos que puso a sus soleados y que por eso se iba, pero era otra cosa, algo que quizás cambiaría para ambos.

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