Quackity estaba sentado en la cama, viendo hacía el suelo mientras pensaba en que podría hacer para mantener seguro a Wilbur, estaba enamorado de un asesino pero no quería perderlo.
En la otra habitación estaba Wilbur, viendo el anillo en sus manos y pensando cómo podría darselo a Quackity, algo dentro del castaño se sentía avergonzado al pensar en darle aquel anillo a Quackity, sería una especie de pedida de matrimonio y eso le daba tanta vergüenza...
Ambos estaban pensando en cosas tam distintas pero con un mismo resultado, quedarse juntos por siempre.
Quackity salió de la habitación y vio a Wilbur frente a él, los ojos de ambos se encontraron y se vieron por unos minutos, admirando la belleza del otro.
- "Quackity yo, tengo algo que decirte..."
- "Dime, qué pasa Wilbur?".
Wilbur tomó la mano derecha de Quackity y le dio un suave beso, tomando a Quackity de la cintura y acercandolo hacía él, viéndolo con aquella mirada indiferente que lo caracterizaba.
- "Me darías el honor de ser tu pareja?".
- "Por supuesto...Soot".
Wilbur puso el anillo que había comprado en el dedo anular de Quackity, cómo si se tratara de un anillo de matrimonio, ambos ahora estaban unidos cómo una pareja, una pareja que iría contra las autoridades.
Porque Quackity no temía de Wilbur, no temía de poner en riesgo su propia libertad, lo único que le importaba era estar junto a Wilbur, porque Quackity podía matar junto a Wilbur si así podía asegurarse de protegerlo.
Quackity sería el complice de Wilbur y Wilbur sería el protector de Quackity, una pareja perfecta, una pareja de asesinos.
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Aquella pareja se había vuelto un duo perfecto, Wilbur era siempre quien se encargaba del trabajo sucio, pero Quackity era sus ojos y oídos por aquella ciudad, después de todo Quackity la conocía mejor que nadie.
Quackity de vez en cuando acompañaba a Wilbur en sus actividades nocturnas, sin embargo Wilbur trataba de no dejarle tareas que lo pusieran en peligro, no porque lo creyera débil, si no porque Wilbur temía perder al pelinegro.
Wilbur ya había arruinado su propia vida, no había necesidad de arruinar la vida de Quackity.
Pero aquella nueva responsabilidad había provocado que Wilbur se despistara un poco y dejara sin saberlo pistas de su paradero o de quién era.
Pistas que un agente de fuerzas especiales del FBI estaba encargado de analizar a fondo, un agente de cabellos cafés con un mechón blanco, ojos azules y pareja de Roier, cubierto de cicatrices por su cuerpo, vestido con una camisa blanca, una chaqueta verde militar, pantalones de cargo negros y botas negras, de nombre Cellbit.
