Quackity había despertado, un nuevo día había comenzado, un día frío y desolado por todas las calles, estaba a punto de saludar al hombre que siempre estaba dormido a su lado, protegiendolo de los peligros de la noche pero...
Oh sorpresa, aquel hombre no estaba, en su lugar no había más que otra servilleta con algo escrito en ella y una rosa roja recien arrancada, probablemente de un jardín cercano.
"Buenos días mi amado Big Q, lamento esta despedida tan miserable, tal como mi persona, pero no quería dejarte sin una despedida de mi parte.
Perdón por no poder cumplir mi promesa, tal vez no la sabías pero en mi había prometido construirte una casa al lado de un río en las profundidades del bosque, con toda esa ropa que tanto te gusta y conjuntos para compartir entre ambos, con una gran sala en la cual pudieramos bailar de nuevo todos los días y donde no sintieras miedo del mundo exterior.
Pero supongo que no podré hacerlo, no después de mi plan, solo quiero que sepas que te amo, tal vez no te lo decía tanto como esperarías, pero después de varias noches pensandolo, viendo tu adorable rostro al dormir, estoy seguro que te amo Big Q.
Te pido que me perdones y si tuviese el derecho de pedir al universo algo, definitivamente sería volverte a encontrar.
Te amo, Big Q".
Los ojos de Quackity estaban inundados en lagrimas luego de leer aquella nota, Wilbur no estaba ahí y no volvería a estar a su lado, pero su llanto fue interrumpido por su teléfono sonando.
Una llamada de Roier había llegado, pero Quackity solo deseaba en ese momento recibir una llamada de Wilbur, pero nisiquiera tenía su número o sabía si Wilbur tenía un teléfono al menos.
La llamada se marcó como perdida, la mente de Quackity nisiquiera podía reaccionar a aquel sonido en el teléfono, su mente estaba en blanco, viendo aquella rosa en el lugar donde debería estar Wilbur.
El llanto de Quackity estaba lleno de dolor, pero no podía hacer ruido alguno, se sentía vacío, tan vacío cómo cuando Jschlatt lo abandonó, tan vacío cómo cuando el y sus amigos escaparon de aquella "escuela", tan vacío cómo antes de conocer a Wilbur...
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- "Cellbit! Quackity no responde! Crees que le haya pasado algo?!"
Sin embargo, Cellbit estaba similar al estado de Quackity, su mente quería reaccionar a las palabras de su pareja pero no podía, su cabeza al fin había entendido el mensaje implícito de Wilbur en aquella servilleta.
Todo tenía que ver con aquel cuento que alguna vez le contó su hermano...
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