Misión de Fumiya

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Si bien, Chūya y Dazai habían decidido no llevar a su hijo a la escuela por el peligroso asesino de Yokohama, Fumiya insistió tanto que quiso asistir a la escuela, prometiendo a sus padres que iba a cuidarse muy bien de los desconocidos, y que de ser necesario, usaría su habilidad para defenderse.

Se encontraba en su pupitre, luego de despedirse de Dazai y de ingresar al colegio. Ese día era bastante solitario de alumnos, puesto a que muchos padres no enviaron a sus hijos por seguridad.

Ahí se encontraba Kaori, la única amiga de Fumiya, quien tomó lugar justo en el pupitre de enfrente.

—Dazai-kun, ¿crees que vengan los demás niños?—. Preguntó curiosa y un poco preocupada. Se había enterado de los crímenes ocurridos los últimos días en la ciudad, y sentía algo de miedo.

—No sé, pero mis padres no querían que viniera a la escuela—. Respondió serio, sin quitar su mirada hacia la ventana del salón de clases, la cual daba a la entrada de la escuela.

—¿Entonces por qué viniste?

Yoshida-chan, tengo un mal presentimiento.

—¿Eh? ¿Por qué?

Kaori Yoshida, la amiga de Fumiya comenzaba a sentir escalofríos. Poco a poco al menos diez compañeros de clase más entraron al aula y tomaron sus lugares.

Minutos más tarde, al llegar el profesor y comenzar su clase del día, ambos niños fueron distrayendo sus malos pensamientos y enfocándose a la clase.

Todo transcurría normal hasta que el nuevo profesor del Colegio organizó una excursión repentina a un Cementerio cercano a cierto bosque.

Los niños se emocionaron con la excursión. Tendrían un paseo a uno de los cementerios más misteriosos del mundo y era una oportunidad única de explorar un lugar considerado peligroso para sus padres.

Fumiya no estaba muy convencido con el paseo, pero aún así, se esforzaría por parecer feliz.

Todos guardaban las cosas para la exploración que les habían dado. Llevaban sus mochilas bien equipadas con linternas, provisiones de comida, agua y un paraguas por si era necesario.

—Dazai-kun, no te ves muy emocionado. ¿Te da miedo el cementerio?—. Cuestionó Kaori, sin creer ese hecho.

—No es eso, es que... Mamá me contó una vez sobre ese lugar, y dice que las personas que van ahí... Desaparecen.

—¡Niños, apresúrense! ¡La misión está por comenzar!—. Llamó el nuevo profesor, un hombre bastante misterioso para el castaño menor.

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Los niños habían sido trasladados en un autobús escolar hasta la entrada del bosque, dónde ellos seguirían la dirección hacia el cementerio caminando entre los árboles y arbustos del lugar.

Había mucha niebla y apenas podían apreciar lo que se encontraba justo frente a ellos.

El misterioso nuevo profesor era quien dirigía el camino, pero su objetivo era algo más que ir de excursión a un lugar para nada apto para su fin.

—Niños, cuéntenme. ¿Ustedes conocen las habilidades, verdad? Esos poderes con los que algunos nacen.

Algunos menores negaron con la cabeza, mientras que otros no dejaban de responder "sí" y "no" al mismo tiempo.

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2023 ⏰

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