Fumiya Fue Olvidado

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Dazai había recibido a noticia de sus tres nuevos bebés, incluso le envío un mensaje a Akutagawa para contarle cómo se encontraban Chūya y sus pequeños, y preguntó por Fumiya también.

El pequeño castaño del Soukoku, el único con su cabellera heredada de su padre, dibujaba en la habitación que Atsushi y Akutagawa tenían para el bebé que venía en camino.

El niño bostezaba soñoliento y apenas podía sostener el lápiz. Se recostó sobre el tatami en el suelo, y dejó de ejercer presión con su mano, dejando también su dibujo incompleto.

— Ryū, Fumiya-kun... Creo que se durmió en el suelo. Deberías subirlo a la cama.

Dijo Atsushi al entrar a la habitación. Había juguetes ya ordenados en sus respectivos lugares.

Fumiya siempre hacía desorden en casa pero así como desordenada, acomodaba todo antes de dormir.

— Papi...

Musitó soñoliento y con sus ojitos cerrados.

— Fumiya-kun habla maravillas de Dazai-san, Atsu. ¿No te parece extraño que no mencione mucho a Chūya-san?

Cuestionó Ryūnosuke. Fue hacia el lugar donde el niño yacía dormido, y lo levantó cuidadosamente en sus brazos para llevarlo hasta otra habitación.

Al llegar al dormitorio de la pareja, recostó delicadamente a Fumiya sobre esa cama que había metido al cuarto sólo para él, mientras se quedaba con ellos.

Espero sean sólo imaginaciones mías, Ryū, pero he notado que Chūya-san no se preocupa mucho por Fumiya. Incluso... Olvida su existencia o simplemente lo ignora. No sucede todo el tiempo pero sí en muchas ocasiones.

Atsushi fue hacia la cama que compartía con Ryūnosuke, y se recostó en su lado, para luego cubrirse con su cobertor.

Akutagawa hizo lo mismo pero en el otro lado de la cama.

— Lo he notado, Atsu. En el fondo, sé que Chūya-san adora a Fumiya, pero no entiendo su comportamiento.

Fumiya escuchaba voces que lo despertaron, cuando apenas lograba quedarse dormido.

Se levantó de su cama y volteó hacia los lados, buscando a sus padres.

— ¿Papi? ¿Mami?

— Estás en casa de nosotros, Fumiya. Tus padres fueron a traer a tus hermanitos. Tienes tres hermanitos pequeños ahora, Fumi.

Contestó Atsushi con ternura. Tomó asiento en la orilla de la cama del niño para platicar un poco ya que había despertado. Akutagawa hizo lo mismo en la otra orilla.

— Fumiya-kun, ¿eres feliz con papá Dazai?

Cuestionó Ryū, una pregunta que sorprendió bastante a Atsushi. ¿Por qué su esposo hacía ese tipo de preguntas en ese momento? Sólo esperaba escuchar la respuesta.

— ¡Sí! Mi papi es muy bueno, siempre jugamos y me compra muchas cosas.

Hablaba mientras sonreía, abrazando uno de sus peluches.

— Me alegro. ¿Y con Chūya-san es igual?

Preguntó de nuevo. Fumiya sonrió.

— Mami es muy bueno, pero muy enojón. Casi no le gusta jugar conmigo porque dice que soy aburrido. Quería que yo me pareciera más a él que a mi papá en el cabello, pero es como el de papá.

OUR LIFE [SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora