El Concierto

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Porfin empezó el concierto.

Michael se veía tan guapo como siempre, llevaba puesto una chaqueta negra con muchas fajas y detalles bien hechos, su típica camiseta blanca debajo y pantalones negros, tambien con muchos detalles.
Era definitivo, estaba enamorada de ese hombre, si señor.

Inaguró su concierto con su canción prinpipal "Bad" luego con su canción "The way you make me feel" y así con diferentes canciones.

Sin darme cuenta casi al final del concierto recuerdo haberme quedado dormida, no me di cuenta del tiempo, pero cuando desperté eran las 22:00 horas de la noche. No había nadie en el estadio, me levanté sobresaltada y por eso estaba un poco confundida.
Estaba apunto de salir del lugar cuando escuché una voz familiar, no me sorprendí al principio, creí que era uno de los conserjes del lugar y me iba a pedir que saliera de allí, pero para mi sorpresa no era así. Cuando me di la vuelta no creía lo que veía, lo tenía al frente, cerca de mí, ¡en frente de mi estaba el mismo Michael!.
No lo podía creer, creí que estaba soñando y lo único que recuerdo fue que me desmayé.

Me desperté con la luz intensa de una lámpara sobre mí, abrí mis ojos y lo primero que vi fue su rostro, estaba muy cerca del mío, podría jurar que sentía su respiración, rápidamente dejó ver esa hermosa sonrisa que tanto amaba yo, era real, no era la sonrisa que el daba para las fotos y revistas, era una sonrisa para mí.

-Veo despertaste- dijo con esa hermosa voz.

Yo seguía confundida y lo único que hacía era verle a los ojos.

-Tranquila, hace unos minutos te desmayaste cuando te hablé, solo quería saber que hacía una joven todavía allí, es peligroso en estas horas-

Dijo mientras se levantaba de mi lado y se dirigía hasta una mesa que había en la habitación. Me di cuenta que estaba en su camerino, ya que habían varios espejos y vestuario.

-M-Muchas gracias-

-¿Cómo te llamas?-

-Heidy- dije con la voz temblorosa sin creer lo que estaba pasando.

-Mucho gusto Heidy, creo que no tengo que presentarme- Dijo mientras me entregaba un vaso con jugo de naranja.

Eso era obvio, practicamente sabía todo de él.

-Le diré a mi chofer que te lleve a tu casa, ya es tarde, no me gusta que mis fans  corran algún peligro por mi causa, disculpa si no hablé mucho contigo, mis guardaespaldas están esperandome-

-T-Tranquilo Mike-

-Oye, me caisté bien, no fuiste como todas mis fans que solo se acercarían a mi para tomarse fotos y luego presumir-

-De nada, más bien gracias a ti, lo siento por preocuparte-

Entonces en ese momento llegó uno de sus guardaespaldas, Michael se despidió de mi con un abrazo, pero hubo algo que realmente me ruborizó.

-Cuidate mucho, por cierto bonito vestido-

Espera, espera... ¿Michael me dijo un halago?
Si antes estaba atónita con solo haber hablado con él, ahora lo estaba más.

Michael salió de la habitación y su guardaespaldas me acompañó hasta el auto que me llevaría a casa. Su guarda espaldas me dijo que Michael le había indicado acompañarme hasta mi casa.
En el trayecto del camino el chofer y el guardaespaldas no dijeron ni una sola palabra.
Unos 15 minutos más estabamos en mi casa, su guardaespaldas me abrió la puerta del auto y antes de irse me dijo algo.

-Tenga buenas noches señorita, por cierto, es usted muy afortunada, el señor Jackson prefiere no tener mucho contacto con sus fans por su propio bien, pero usted fue afortunada al recibir ese último halago-

El chofer se veía un hombre muy serio, y para decir algo así tenía que ser importante.

Al entrar a mi casa mis padres estaban dormidos, yo me encerré en mi habitación, y me tumbé en mi cama pensando emocionada en Michael y en lo que me dijo. Recordaba sus palabras una y otra vez en mi cabeza.
"Cuidate mucho, por cierto bonito vestido..."
Esto se lo tenía que contar a mi mejor amiga, pero el día siguiente ya que estaba muy cansada y era tarde.



Viviendo Con Michael JacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora