Salvaje Corazón Indomable

Epilogo ❤

Ver a mis hijos hacer lo que les gusta es algo que me llena de satisfacción, habiamos viajado a texas a un concurso donde mis tres hijos eran participantes.
Sakura estaba a mi lado en las gradas esperando impaciente el turno de nuestros hijos.

Después de unos cuantos participantes fue el turno de sarada, no pude evitar levantarme y gritar.
-¡Tu puedes! !Hazlo mejor que nunca! !Papá te esta viendo! - gire mi cabeza a sakura que se reia de mi.
- papá cuervo a salido - me senté al sentir las miradas risueñas de los demás padres.
-Necesita saber que estamos con ella - estaba emocionado.

Sarada empezo con su rutina y lo hizo simplemente sensacional, todo mundo gritaba, cuando eres apasionado es fascinante ver esto,no pude evitar volver a gritar, sarada solo sonreia apenada por mi comportamiento.

Después de la presentación de sarada nos dirigimos a otra parte, no tardaría en empezar la carrera de caballos, con ojos cerrados podia apostar en mi hijo.
Nos instalamos los cuatro mientras sarada y sato comían unas hamburguesas, sakura tambien comía algo yo por los nervios solo me sentia ansioso, tome un trago de mi cerveza cuando media hora después anunciaron el inicio de la carrera.
Cuando el contador sono y los caballos salieron como alma que lleva el diablo tuve la necesidad de tapar mis oídos.
Sakura habis gritado de uns forma que aseguro aturdio a  todos los presentes.
-¡Tu puedes cariño! ¡Eres el mejor! ¡Has sentir orgullosa a mama! - sarada y yo nos vimos con una gota de sudor resbalar por la cien.
Los caballos simplemente no daban tregua eran rápidos no era de extrañarme identifique unos cuantos de lo que vendo, por unos milisegundo senti nervios al ver quedarse unos centímetros a mi hijo detras del primer lugar.

Explote de alegria al lado de sakura cuando Daisuke termino por llegar en primer lugar.
-¡Ese es mi hijo! ¡Estoy orgulloso de ti! - Sakura me interrumpio - ¡Te amamos! - nos sonreimos al ver Daisuke abochornado.

Un grupo de chiquillas de la edad de Daisuke tambien gritaban elogiandolo, el muy sinvergüenza les sonrió conqueto.
-Eso lo aprendió de ti - mi esposa me veia con una ceja alzada.
-No se de que hablas - me miro incrédula.
-Ya es algo que se herada supongo - solte una carcajada.

Mi hijo de reunio con nosotros, levantando a su madre del suelo alegre por ganar, cuando terminamos de felicitarlo nos fuimos a otro lado, faltaba el el pequño sato
- se ve tan encantador con esa ropa - los ojos de mi esposa brillaban de admiración.
Si veias a simple vista a Sato no pensarias que era hijo de nosotros, sarada, Dai y yo teniamos el cabello negro y sarada al igual que yo compartíamos los ojos color negro, Dai heredo los hermosos ojos de su madre.
Sakura en cambio era coloridamente hermosa pero sato era otra historia había heredado el color blanco de cabello de kakashi su abuelo con los ojos azules de mi madre, sin duda era un espécimen que tendría a más de una chica detras de el.
-¡Te amoo hermano! ¡Mucha suerte! - sali de mis pensamientos al escuchar a sarada.
Sakura y yo la miramos divertidos ella nos miro com obviedad.
-Es mi hermano lo estoy apoyando - Daisuke se carcajeó.
-¡mucha suerte hermano! - no queria quedarse atras.

Momentos asi son los que atesoro en mi memoria, a nosotros cinco siendo felices.
Terminamos llegando a casa con 3 trofeos más.

Dias después sakura nos obligo a ir a un picnic, Dai por supuesto respingo pero accedió por su madre, ahora aqui sentado a un lado de mi esposa viendo como nuestros hijos juegan en sus caballos me hace recordad viejos recuerdos.

-¿No tendras algo que decirme cierto? - ella capto enseguida el mensaje.
-No esta vez no, solo quería esto - me sonrió hermosamente.
-Te sere sincero - me miro antenta.
-Amo demasiado a mis hijos - los voltee a ver.
-Pero no aguantaría uno mas - tenia que admitir que era agotador.

Ella solto uns carcajada que llamo la atención de mis hijos.
-lo sabia desde que Dai y Sarada tenian dos - dijo finalmente.
-Aun recuerdo tu cara de horror cuando te dije que estaba embarazada de sato - mire a mis hijos bajar de sus caballos.
-Siempre tuviste la razon no se como te pude convencer- dije sincero.
Ella me miro divertida acercandose demás, por el rabillo del ojo mire las mismas intenciones en mis hijos.
-Tengo que recordarte como me convenciste - dijo asiendose la listilla.
No pude huir de esta, al mismo tiempo se lanzaron todos sobre mi, empezaron hacerme cosquillas, todos nos moriamos de la risa tratando de alejarlos, caimos minutos después todos acostados en la manta riendo y recuperando fuerza.

Sin duda esto no lo cambiaria por nada tirado aquí con sarada recostada en mi pecho y rodeado de mis seres amados, pensar que todo empezo con una chica que ahora es mi esposa empapada frente a mis ojos.

Negue divertido al recordar eso, la mujer mandona y fuerte que cautivo mi corazón se habia quedado no solo con mi corazón si no tambien con mi mente, cuerpo y alma solo para ella.

Todo el momento que estuve recordando sakura me vio con una sonrisa en sus labios, era una bruja cautivadora, podria apostar lo que fuera que sabia lo que estaba recordando.
Mis hijos volvieron a lo suyo y no perdi tiempo la tumbe a mi lado.
Nos quedamos ahi acostados viendo como el atardecer cambia de color a la puesta del ocaso.

No necesita palabras para comunicarme con ella, una sola mirada a mis ojos y podia ser tan transparente para ella que sabia lo que queria.
Me beso intensamente ganandonos minutos despues un abucheo de parte de nuestros hijos.
Nos carcajeamos alegando no volver hacerlo frente a ellos.
Le di un ultimo beso fugaz a mi esposa para ponerme de pie.
-Andando pronto oscurecera - le di mi mano y ella la tomo.
-Es eso o te urge otra cosa - me sonrio pícaramente.
-¿te tendre que convencer? - dije juguetonamente.
-No es necesario, siempre es si a lo que quieras - tire de ella y le di un pequeño beso.
-Te amo - bese su nariz.
-Yo lo hago más - beso mis barbilla.

Sin duda me tenia muy mal acostumbrado, se alejo de mi empezando a llevantar todo.
Jamas terminaria por acostumbrarme a una vida con ella a mi lado.
La amaba con locura.
Me amaba con locura.