JIMIN.
¿No salía de mi asombro, aquello era una cabaña en medio de la nada? Mi maldita curiosidad solo aumento en menos de lo que pensé estaba tomando el pomo y adentrándome. Ni siquiera podría hablar, mis cuerdas vocales se negaban a decir alguna palabra.
La oscuridad dentro era mucho más, afuera, al menos la luna alumbra, pero... acá, era la oscuridad absoluta. No quise dar una paso más, no debía invadir, necesitaba dejar de guiarme por mis estúpidos instintos.
¿Instintos de perderme?
Mire hacia abajo para volver a petrificarme en mi lugar, si aquello no era una presencia, yo definitivamente estaba soñando o teniendo una pesadilla.
—¿Cuál es tu necesidad de seguirme?
Mierda.
Cerré los ojos tan fuerte y esperé que la tierra me tragara y me escupiera en algún punto de este jodido mundo. Mis cuerdas vocales se fueron de vacaciones y yo... pues no tenía intensiones de ni siquiera respirar.
—Eres un problema.
Abrí los ojos al escuchar aquello.
—O-oye...—. Empecé—. Puede parecer raro, pero no fue mi intensión seguirte... solo...
—Aja.
Vaya, ¿me creyó?
—Y-yo... —. Trague con dificultad—. T-tú... ¿Qué haces acá?
Me cuestiono al preguntar aquello, ni estando en mis cinco sentidos... dejaba de ser un metiche y preguntón.
—Es hora de que regreses.—. Su respiración la sentí tan cerca que el olor a hierro llegó a mis fosas nasales—. Debes volver, Jimin.
No sé qué clase de locura pasa por mi cabeza o porque la electricidad me sacudió por completo. Aquello fue ¿maravilloso? Jeon había dicho mi nombre después de tantos años en busca de aquello, volvió a decirlo activando nuevamente mi anhelo por conocerlo y descubrirlo.
El toque en mi brazo fue inmediato, maldije al no sentir su piel, la maldita chaqueta obstruía todo. No levante la mirada, Jeon me sacaba una cabeza de altura y me era difícil seguirle el paso con mis lentillas cayendo a cada segundo.
—Más despacio—. Pedí.
Se detuvo abruptamente y maldije nuevamente por hablar, ¿qué hacía pidiéndole amabilidad?
—Eres un fastidio—. Dijo, haciendo que me encogiera lentamente. Eso fue un golpe muy bajo.
Volvió al mismo paso haciendo que yo corra prácticamente. Cuando el sonido de la música se hizo presente levante el rostro y vi la salida. El toque en mi brazo fue soltado rápidamente y me giré para mirarlo.
—G-gracias—. No paraba de tartamudear.
—Qué iluso.—. Escupió alzando sus comisuras. Fue tan raro que no sabía como tomar aquello.
Y se fue, dejándome en modo tieso.
Suspire al seguir mi camino, todo se volvió a joder. Intentando ser amable, tal vez ser buenos vecinos, pero hasta ahora me doy cuenta de que Jungkook en serio me odia, me detesta.
—¡Jimin!—. La voz de Jin me saco de mi trance—. Por la santa Virgen de mi tía Pancracia, ¿Dónde diablos te metiste?
—Eh..
—¡Yul está que nos espera hace una hora Jimin.!
—Yo, perdí mi celular, digo... ¿Qué hora es?
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𝐃𝐚𝐫𝐤. © [LA SALVACIÓN EN TUS MANOS]
De TodoJimin desde que tiene uso de memoria, siempre deseo conocerlo, siempre quedó en su "deseo" a pesar de haber pasado un poco más de 15 años persistiendo, después de muchos sucesos inevitablemente desistió; sin embargo, solo él sabe que su obsesión no...