Capítulo 10

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NARRA NICOLE

Regreso al set y noto la mirada de todos sobre mi. Me acerco a Domingo que esta de espaldas revisando una escena de Marta e Iván. No sé si hablarle o no porque me tiemblan hasta las pestañas y siento que él anda de mal humor.

— ¿Podemos hablar? — le hablo en voz baja para que solo él me escuche.

Domingo deja de revisar la escena y se gira con mala cara. Sus ojos me escrutan de punta a punta y se recoloca bien las gafas.

— ¿Se puede saber dónde andáis los dos? — me mira cruzando sus brazos sobre su pecho. — Chicos, tómense en serio esto, por favor.

— Gabriel no se encuentra bien, tiene fiebre... — dudo si decirle lo que Gabriel inventó y si sonaría creíble. — Me pidió que le llevase unas medicinas ya que no encontraba a Víctor y justo yo iba a mi habitación, me lo encontré en el pasillo...

— No me importa, lo que quiero es que os centreis — se gira y me da la espalda para atender a uno de los cámaras. — O comienzan a comportarse como profesionales o va a haber consecuencias — me dice sin mirarme.

Me alejo callada sin decir nada más. Esta claro que nuestra ausencia le cabreó bastante y con razón. Es muy poco profesional por nuestra parte el habernos ausentado de esta manera en plena grabaciónde una película.

En ese momento aparece él, con cara de cansado, sudadera gris al igual que el pantalón, y me sonríe tímido rascándose la nuca mientras mira a nuestro alrededor. Levanta su pulgar preguntando si todo anda bien pero yo niego rápidamente con la cabeza cuando Domingo aparece entre los dos.

— ¿Se puede saber que te pasa? — se dirige a Gabriel. — Me dijo Nicole que estas enfermo ¿Has ido al médico?

— Si, tengo algo de fiebre y no, no he ido. La mandé a ella a la farmacia a por algo para la fiebre y ya — toca su frente y me mira por encima del hombro del director.

Domingo nos mira a los dos y después desaparece. Gabriel se acerca a mi.

— ¿Te ha dicho algo? — roza con su pulgar mi mano mientras yo sostengo el guión que dejé sobre la mesa.

— Apenas escuchó mi excusa, le dije lo que me dijiste — abrazo el libreto y lo observo de arriba a abajo. — ¿Estas mejor? — le digo preocupada.

Posa su mano derecha sobre mi hombro, me mira con cara de pena sabiendo que he sido yo la que ha recibido la regañina de Domingo.

— Tuve a la mejor enfermera, no te preocupes. Y siento que Domingo te haya dicho algo por mi culpa — me guiña un ojo y se aleja de mi cuando aparece Víctor.

— ¿Qué pasa bro? ¿Te sientes mejor? — chocan sus puños mientras yo me limito a mirarlos.

— Bajé porque no podía seguir metido en la cama ¿Qué  me perdí? — caminan juntos hasta el enorme jardín de la casa Leister y yo me quedo embobada mirando a Gabriel.

— Si sigues mirándolo asi lo vas a desgastar — la voz de Eva detrás de mi me hace pegar un pequeño salto y que me lleve las manos al pecho dejando caer el guión al suelo.

— No vuelvas a hacerme eso ¿me quieres provocar un infarto? — me agacho para cogerlo. — Solo estoy preocupada, discutimos ayer, hemos hablado y lo mejor es que seamos solo amigos — suelto con la esperanza de que sea creíble lo que digo. — Domingo me acaba de regañar por haberme ausentado, pero necesitaba dejar las cosas claras.

Me mira con una ceja levantada y su semblante se pone serio.

— ¿Hablas en serio? — pregunta.

— Creo que es lo mejor ¿no crees? — la miro ahora a ella. — Todo esto podría arruinar la película o crear mal rollo si saliese mal.

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