8-Secretos develados

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Mía
España 2020

Faltando una semana para la graduación el colegio se volvió un caos, chicos de aquí para allá planeando sus vacaciones y los que estamos en último año como yo, a que universidad entrarán o que harán con sus putas vidas después de salir.

Solo nos quedan dos exámenes el de mates y el de química. Ostia, los más difíciles, como odio la química, es la única asignatura en la que soy un asco. Por algo deseo estudiar algo que no incluya está asignatura.

Hablando de futuro, no tengo ni idea que voy a estudiar, no es que tenga el dinero para elegir una buena universidad, posiblemente me tomaré un año sabático y ya pensare mejor que hacer.

Mañana tendremos el odioso examen de química por lo que después de consultar con la señora Lucia y que ella me diese su permiso me tomé la libertad de invitar a Fary y Anely a la mansión para poder estudiar y así yo terminar con mis tareas en la casa.

Bertha nos prepara unos bocadillos luego de darme un sermón por soltar palabrotas al no poder resolver los ejercicios.

Anna me ayudó a limpiar así que puede aprovechar más el tiempo.

—Fary, está casa es genial a que si —Le comenta Anely luego de darle un vistazo completo a la mansión

—Claro que si, la he decorado yo —Comenta la señora Lucia entrando a la cocina.

—Ay perdone, soy una salida.

—No te preocupes, mis nietos son igual de salidos, además un poco de alegría no le viene mal a la casa. ¿Cómo van con el estudio?

—Muy bien — le responde sonriente Fary pero rápidamente cambia el resto a una mueca extraña de agobio. — Que va, es que no nos entra está asignatura.

—Fary, a tu no te entra ninguna —bromea Anely provocando una riza de mi parte y de la señora a mi lado.

—¿Que están estudiando?

—Química, eso de las sustancias y los numeritos no se nos dan. —Le digo yo medio en broma pero en el fondo es verdad.

—Uff yo tampoco se nada de eso, pase raspando por ella.

Nosotras tres reímos bajo, yo le doy un sorbo a lo que queda de mí limonada y voy a llevar los vasos al fregadero.

La señora Lucia se sirve su té y se va de vuelta a la sala de estar.

Estudiamos por algunas horas y luego las chicas se van, yo me quedo un poco más pera terminar con mis pendientes y luego también me marcho.

Al llegar a mi casa me encuentro a papá tirado frente al retrete del baño con la puerta abierta luego de que, lo que a mí parecer, dejara todo el alcohol y la poca alimentación del día porque huele del asco.

—Julian —Le llamó —Deberías irte a dormir y darte una ducha. —Me agachó junto a él y le pongo una mano en el hombro.

—¿Y tú por qué te metes? dejame en paz y encargate de tus propios asuntos —aparta mi mano de un manotazo. —por tu culpa tu madre está muerta, ella debería estar aquí, estaría bien si tú no hubieses nacido.

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