30-Sorpresa color amarillo. Fin

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Nota de la autora : como están, espero que bien, ya este es el capítulo final, no se preocupen todavía queda el epílogo y un capítulo extra.

Siento no haber actualizado antes pero no tenía tiempo por motivos personales, pero aquí se los dejo, espero que les guste y ahora sí, aquí está el capítulo

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Mía
Guadalajara 2022.

-Vamos a salir. -Dice Theo terminando de desayunar.

-¿Qué? ¿Ahora? -inquiero sorprendida con un pedazo de sandía en la boca.

-Si, ahora, te veo en diez minutos en la puerta.

-¡Pero estoy desayunando! -Protesto tomando otro pedazo de fruta.

-El tiempo ya está caminando, así que apurate.

-Ash, ya voy.

Salgo corriendo hacia la habitación, no sin antes tomar otro bocado de fruta y llevarme una tostada con jalea.

Me lavo los dientes los más rápido que puedo mineras busco entre la ropa que traemos y que aún sigue en la maleta ya que ambos somos muy perezosos como para guardarla en el pequeño armario.

Al final opto por un vestido, si, un vestido, algo raro viniendo de mi pero es que hace mucho calor y poco a poco me he ido acostumbrando a la ropa. El vestido es azul claro, sencillo y cómodo.

Dejo mi cabello suelto luego de alisarlo un poco.

Tomo mi mochila y entre mis cosas la cámara que compre hace un tiempo, de esas cámaras Instax mini 8 en color amarillo. Quiero hacer algunas fotos a esta ciudad, tiene unas calles preciosas.

Ya lista luego de mirarme al espejo, me dirijo a la entrada de la pensión, ya Theo se encontraba ahí junto a dos bicicletas. Estaba hablando por teléfono así que preferí no interrumpirlo.

-Sabes que Nicolás eres un idiota y la verdad te estás comportado como un verdadero hijo de la chingada. Ella se merece algo mejor, algo que tú, por el oído momento no estás dispuesto a darle, pero aún así no la dejas ir, eso es algo muy infantil, madura de una vez. El mes entrante cumplirás dieciséis y sigues actuando como un niño. Ella te quiere pero le estás haciendo daño. -Con eso cuelga y puedo entender que se refiere a Majo.

Sonríe el verme y me toma de la mano para haceme dar una vuelta.

-Estas preciosa -Me susurra al oído para después darme un beso.

-¿Dime qué eso no es parte de tu sorpresa? -Cuestiono apuntando las bicis.

-¡Sorpresa! ¿Sabes montar verdad?

-Si, pero con vestido en algo más incómodo, iré a cambiarme. -Intento regresar a la habitación pero él me detiene tomándome de la mano para hacerme girar y quedar con la espalda apoyada en su pecho mineras sus brazos se enrollan a mi alrededor.

-Así estás perfecta. -Su voz suena dulce y algo divertida -Vamos no perdamos más tiempo.

Nos subimos a las bicis y comenzamos a andar. En el camino, mi vista se queda en los niños que juegan en el parque al football junto con alguna que otra niña mientras luchan por tomar el balón y anotar. Niños que juegan en la calle al escondite mientras que alguna señora picara le dice el lugar en el que están escondidos, las ancianas riegan sus jardines y los señores leen alguna noticia en la revista del día mirando, de vez en cuando, a los más pequeños y recordando cuando eran ellos los que corrieron alguna vez por esas calles de piedra. Las personas caminado de aquí para allá se detienen a saludar a los demás de forma amable.

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