🐾Capítulo ocho🐾

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POV YEONTAN

—Tae, mi amor por favor, ábreme.

Jeon ya llevaba al rededor de treinta minutos rogándole a mi Tae que abriera la puerta, esto le dió tiempo a mi amo de darse un baño y de vestirse cómodamente.

Bam y yo estábamos acostados acurrucados el uno con el otro, o bueno, más bien yo acurrucado en Bam. Me había contado todo lo que me había extrañado y cómo la bruja de la madre de mi amo había llegado descaradamente a nuestra casa.

—Taehyung, bebé déjame explicarte.

—¿Porqué la dejaste entrar Jeon Jungkook?

Mi Tae se acercó a la puerta para escuchar mejor a Jeon.

—Mi amor ¡Tu madre está loca! ¿Sabías que mando una bomba a mi trabajo? Casi nos mata a todos.

—¿Encerio hizo eso?

La mirada preocupada de Tae se hiso presente, hiso amago de abrir la puerta pero al final no lo hizo.

—¿Crees que te miento?

—Aun así no encuentro lógica en que la hayas dejado entrar, si sabes que está loca con mucha más razón tenías que correrla.

—Bebe, dijo que si no la atendía no se iría. Quise ver que quería, nada más.

—Ok está bien, te perdono —dijo simple Tae dirigiéndose hacia la cama

—¿Encerio? Gracias mi amor —Jungkook quiso abrir la puerta, pero el seguro en ella se lo impidió haciendo un ruido muy molesto —¿Tae? ¿No vas a abrir?

—No, vete a dormir al sofá.

Desde aquí escuchamos la risa del hombre, para luego escuchar sus pasos alejarse de la puerta. Taehyung se quedó acostado en la cama, Bam y yo nos levantamos y fuimos hasta donde él acurrucandonos a su lado.

—Chicos ¿Creen que hice mal al no dejarlo entrar?

Bam se recostó en sus piernas, y yo en sus costillas.

—Jungkook va a estar molesto contigo Bam —el susodicho levantó sus orejas y cabeza al escuchar su nombre —. Va a decir que lo estás traicionando.

No me importa humano.

Escuché su agradable vos contestarle a mi amo. Le sonreí al doberman y este lo hizo de vuelta. Taehyung extendió su mano hasta la lampara de la mesita de noche y la apagó, nos recostamos y nos dormimos sin la presencia de Jeon.

🐾🐾🐾

Un movimiento en la cama me hizo despertar, Bam seguía profundamente dormido, pero yo seguí con mi mirada a Tae que se levantó y se dirigió al armario sacando muchas prendas. Vi como se desvistió hasta quedar desnudo, y se colocó ciertas prendas de lencería, sabía que eran eso porque Tae, Jimin y yo nos pasamos comprando de esas prendas en Seúl.

Se colocó los arneses en sus piernas que conectaban a sus medias blancas y también se puso una minifalda rosada con una camisa bastante corta que dejaba ver su nuevo accesorio en su ombligo y un tatuaje que se hizo estando allá. Jimin le había advertido que a Jungkook le molestaría, pero el igual de todas formas lo hizo.

Acomodó su largo cabello, lo había dejado crecer un poco y bendita sea la genética de mi amo que le hacía crecer su pelo rápido, se veía lindo y adorable, pero a la vez... ¿Cuál era la palabra que había utilizado Jimin en él? ¿Sexy? Eso. Caminó fuera de la habitación antes viéndose al espejo y colocándose algo en sus labios, se veía muy bonito, no lo seguí, no quise saber lo que pasaría por qué me suponía que era.

Moví a Bam lo más que pude para que despertara pero este no me hizo caso hasta que mordí su oreja.

Tan ¿Qué haces? Ya duerme

—Bam, vamos a nuestra cama.

—¿Porqué, qué sucede? —Bam volvió a ver a todos lados dándose cuenta que Tae no estaba — ¿Dónde está Tae?

Acaba de salir de la habitación, iba vestido muy provocativo, ambos sabemos lo que significa.

—Aja —dijo desinteresado —. Que no nos dejarán dormir si nos quedamos aquí en este cuarto.

Bam se levantó y se estiró en la cama dando un buen bostezo que me fue contagiado.

¿No dormiremos aquí?

—¿Crees que podrás dormir con el ruido que harán? No lo creo, sígueme.

Sin decir más lo seguí. Caminamos por un pasillo hasta llegar a la sala, en dónde cada vez se hacían más fuertes los mismos sonidos que había escuchado la otra vez que Bam no me dejó entrar en la habitación.

Ignorarlos Cachorro, así es mejor. 

Quise hacerlo, pero desgraciadamente la curiosidad podía mucho más que yo, solamente ví de reojo para que Bam no me regañara. Está vez era diferente, Tae estaba encima de Jungkook mientras subía y bajaba manteniendo su cabeza escondida en el hombro del mayor.

Seguí caminando aún más rápido hasta que Bam llegó a una puerta, levantó su pata para abrirla y ambos entramos para luego que el can cerrara de una patada. La habitación era un poco pequeña, pero muy cómoda, había cojines en una esquina, bastantes, también había un tazón grande con agua y comida que caía de un contenedor al apretar un botón, habían varios juguetes , una corredora y una vista muy bonita a las afueras de la casa. Era el espacio de Bam.

Listo, aquí no nos molestarán

Bam se volvió a estirar dando un bostezo, se dirigió a las almohadas y simplemente se acostó acurrucandose en ellas.

»¿Que esperas cachorro? Ven aquí.

Fuí hasta él acostándome a su lado, pero Bam me acercó más a él con su hocico y me envolvió con su cuerpo, se sentía bien, me sentía protegido.

Muchas veces quise saber lo que sería tener un hermano, talvez no pude conocer a mi camada, se los habían llevado a todos y yo fuí el único que había quedado en la tienda de mascotas; sin embargo, a pesar que al principio mi relación con Bam no fué tan amistosa, supimos llevarnos bien, ahora era diferente, ahora nos queríamos y casi no podíamos estar lejos del otro, casi como le pasa a mi Tae y a Jungkook. Esos dos no podían estar separados un momento sin sentirse mal, aunque, creo que la atracción era muy distinta, Bam y yo solamente éramos hermanos, jugábamos juntos y él me cuidaba siempre. Pero el amor era de la misma intensidad. Ahora podía decir que tenía una familia.








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