TEMPORADA DE CAZA
Aquino agachó sus piernas, acomodó su cuerpo como un resorte, en una de sus manos tenía una espada corta, delante suya habían varias bestias, perros del diablo, duentes, Adas, mounstros parecidos a los humanos, todos ellos se lanzaban contra el castaño.
Este atacó primero, tan rápido que una bala se quedaría cortó delante de él, la cabeza de todos los mounstros rodaron por el piso de aquel edificio, Aquino dió una vuelta resbalando sobre sus propios pies, el giro de 360 lo dejo viendo la espalda de los mounstros sin cabeza, dió otra estocada partiendo a la mitad a toda ellos.
La sangre mancho las paredes cercanas, el piso y el techo, el castaño acomodó su postura a una más tranquila.
El chico, llevaba una traje negro, era similar a una armadura ligera, llevaba un sudfucil en su espalda, este tenía el cargador vacío, en su cintura llevaba un cinturón dónde deberían estar cargadores o granadas, pero este estaba vacío, el chico tenía varios raspones en el cuerpo, la armadura ligera tenía partes rotas mostrando partes de su cuerpo.
Se tocó la cabeza, había recibo un golpe hace no mucho, y ahora tenía un mareo que empeoró por la azaña que acababa de hacer, miro por la ventana de el edificio donde estaba escondido a la calle, en ésta habían más personas vestidos de la misma forma que el, ellos peleaban con un ser enorme, era como un humanoide gordo, tan alto como 2 casas, este tenía una espada que media el doble de el.
Los hombre que peleaban, si es que se podía llamar pelea a eso, disparaban cada bala que le quedarán en sus armas, lanzaban hechizos tan potentes como para destrozar edificios, la velocidad que estos tenían apenas eran posibles de ver para el joven castaño.
Y aún así, todos fueron masacrados, con aquella gran espada barrio de un solo tajo al pelotón entero, Aquino, que había sido separado de el suyo, imagino que su equipo había acabado de igual forma.
¿Que sentido tenia esa guerra?, si es que así se le podía llamar, estaban perdiendo, por goleada.
Los mounstros habían tomado ciudades, estados, incluso habían perdido 2 países enteros en tan solo 2 años, los humanos solo daban patadas de ahogado.
Miró como el mounstro comía los cadáveres de esos hombre como aperitivos, antes de continuar su caminó hacia el recinto de Peste, el último bastión Humano en Albania, ¿quien diría que su muerte sería fuera de su país?, viajo por el mundo para perderse en este país, como una baja más, como un número más.
Una luz detuvo el caminar de aquel mounstros, el chico afiló su mirada para tratar de ver quién era.
Pero lo único que escucho fueron cañones, potentes, capaces de hacer retumbar la tierra, incluso el edificio donde estaba retumbó aún estando tan lejos de aquel mounstro, la luz se fue y un hombre apareció entre los restos del mounstro.
Y detrás de el, cientos de hombres, tal parece que estos habían abandona la bastión, no para huir, si no para pelear.
Pero, ¿que oportunidad tenían contra un ejército que los superaba en números, fuerza, violencia e inteligencia?, quizás eran cero, pero aún así lo iban a intentar.
El chico limpio su cuchillo antes de guardarlo, bajo por las escaleras para seguir al grupo que corría con euforia hacia su muy posible muerte.
ESTÁS LEYENDO
CAZADORES
Paranormal¿Crees en los mounstros?, ¿no?, deberías, por qué existen... mitad humanos y bestias, demonios, creaturas que devoran humanos de noche mientras que por el día se disfrazan de nosotros, de humanos, engañando a las personas con malditos ladrones... y...