Media social AU
Donde Nayeon se ve obligada a trabajar en un mercado y sin querer se enamora de la morrita que vende verdura.
•Jergas mexicanas
•Capítulos narrados y con tweets
•Mención a otros idols
•Humor barato
PORTADA BY: beazyo 💚
---
🥇 HISTOR...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Me gusta todo de ti, me encanta tu actitud de princesa, porque déjame decirtelo, eres una princesa —no sabe por qué ni de dónde salió su valor, pero sus manos se disparan lentamente sobre la cintura de la mayor—. Y mereces que te traten como una.
....
Si fuera realmente honesta, Nayeon desearía no encontrarse en una situación así en ese momento. Siente un poco de vergüenza abrazarse a la menor oliendo a cebolla.
Aunque a Jeongyeon parecía no importarle mucho.
—¿Aceptas una cita conmigo, güerita? —Jeongyeon pregunta de pronto, en medio de su dulce abrazo. Eso sí, sin salir de su escondite; el hombro de la mayor.
Nayeon ríe enternecida, porque puede sentir el calor en las mejillas de Jeongyeon. La abraza aún más fuerte y sonríe en grande, con su lindos dientes de conejo sobresaliendo.
—Mírame a los ojos y pídemelo bien.
Por supuesto, esa actitud de mamona y mandona no iba a desaparecer tan pronto.
—Me da pena —lloriquea la menor. Nayeon puede sentir como cuello y hombro queman más, a causa del notable sonrojo.
—Pero si hace cinco minutos fuiste tú la que empezó a abrazarme —Jeongyeon se queja y a la mayor no le queda de otra más que reírse de su bobería—. Es en serio, Jeongyeon. Si no me lo dices mirándome no voy a aceptar —un quejido más y lo siguiente es que tiene a la menor mirándola, sus ojos destellantes vacilan antes de perderse en cualquier otra cosa que no sea Nayeon.
—Yo... ¡Es que me da penita!
—Te estoy esperando, Yoo.
Jeongyeon traga ante la orden. Sus manos tiemblan, tanteando suavemente la cintura de la contraria. Respira profundo y sus ojos finalmente observan los de Nayeon, quién le sonríe ligeramente para calmar sus nervios, preguntándose si es la misma verdulera atrevida que la albureo con unas pellizcadas de chicharrón o si algo en su actitud cambió porque va en serio con ella.
Ese último pensamiento le gusta. Le gusta la idea de ir serio con ella, aún si antes se negaba rotundamente a siquiera pensarlo; ahora suplicaría porque las cosas fueran así.
¡Ja! En tu cara maldita pelirroja tatuada.
—Yo... —vuelve de sus pensamientos cuando escucha a la menor balbucear. La escucha suspirar y la ve ponerse firme, clavando sus ojos en su rostro, con un semblante serio—. Im Nayeon, güerita de mi corazón, me preguntaba si... ¿Acepta una cita conmigo?
A pesar la firmeza de su cuerpo y su mirada, su voz sale más chillona de lo que alguna vez saldría. Nayeon disfruta de eso. Disfruta de sus nervios, de lo tierna que se ve y suena.
—Fecha, hora y lugar, por favor.
Y si Nayeon creía que Jeongyeon no podía ser más adorable; estaba equivocada. Una sonrisa tan grande que sus ojos se cierran, es lo que tiene a la mayor en un estado de hipnosis. ¡¿Por qué nadie le dijo que las verduleras eran tan atractivas?! ¡Ella habría trabajado en el mercado voluntariamente de haberlo sabido!