𓂃 ☾⃝҂ ❛ Nos movemos como en una obra de teatro, esperamos a que suba el telón para hacer frente a la siguiente escena, esperando lo peor porque vivimos en el género trágico, porque parecemos hijos de Shakespeare y moriremos al final del acto, pero...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
En la primera media hora de ese vuelo Hope aprendió dos cosas sobre su inesperado nuevo amigo: la primera era que podía hablar sin parar sobre cualquier cosa. En serio. Cualquier cosa. Hubo un momento en donde se distrajo divagando acerca dek agua carbonatada que le había pedido Hope a la azafata. Sí, Jayden era la clase de persona que te daba toda una conversación sobre lo inútil que era el agua con gas. Hope se sorprendió a sí misma riendo hasta que la pareja del asiento de enfrente se molestó por las carcajadas de la chica y la mandaron a bajar el volumen.
Está de más decir lo mucho que ese pequeño regaño la cohibió. En buena manera se lo había buscado.
Para el próximo comentario aleatorio de Jayden, se prometió cubrirse la boca con la mano para así enterrar un poco el sonido de la risa inevitable.
—Te va a gustar mucho Hollywood Arts. —mencionó cuando se cansó de hablar del calentamiento global. La chica Shay abrió los ojos procesando el cambio de tema. —Además, ya empezaste con buen pie, ya conoces a alguien ahí.
Acto seguido le guiñó el ojo y Hope suspiró ahogando las inseguridades al fondo de su cabeza.
Conocer gente es algo indiscutible cuando se empieza de cero en un lugar nuevo. Pero no siempre sale tan bien como con Jayden.
