3 de noviembre - 3.50 p.m
Alec se sentó cómodamente en su cafetería favorita, un acogedor rincón lleno de aroma a café y el suave murmullo de conversaciones en segundo plano. La tenue luz creaba un ambiente perfecto para sumergirse en sus estudios. Con una taza de café humeante a su lado, Alec hojeaba el material académico de su universidad con atención.
El suave sonido de la máquina de expresso y el murmullo constante de la cafetería proporcionaban un acompañamiento perfecto para su lectura. Mientras saboreaba cada sorbo de café, Alec se sumergía en las complejidades de sus estudios, con sus ojos recorriendo las páginas con determinación.
La camarera, con una sonrisa amable, se acercó a su mesa para re llenar su taza. Alec agradeció con un gesto de cabeza y una sonrisa, sin apartar la vista de las páginas que tenía delante. La cafetería se convirtió en su santuario de conocimiento, donde el bullicio a su alrededor se desvanecía, dejando solo espacio para las ideas y conceptos que llenaban su mente.
Sin embargo, el sonido de su celular interrumpió la concentración de Alec y éste apartó la mirada de los apuntes universitarios que tenía delante. El brillo de la pantalla reveló un mensaje de Izzy, su hermana, cuestionando la proximidad del cumpleaños de Magnus.
Con una sonrisa suave, Alec deslizó el dedo sobre la pantalla para desbloquear el teléfono. El mensaje de Izzy era un recordatorio afectuoso, salpicado con emojis chillones y preguntas sobre los planes para el cumpleaños de Magnus. Alec respondió con rapidez, comentando lo que sabía sobre el día especial de su apasionado y exitoso novio.
Magnus le había comentado más de una vez a Alec que su cumpleaños era un gran evento puesto que al moreno le gustaban mucho las fiestas.
Con el celular nuevamente en reposo, Alec volvió su atención a los apuntes universitarios, pero su mente aún resonaba con la anticipación de la celebración que se avecinaba.
El suave murmullo de una melodía alegre vibró cuando el celular de Alec sonó por segunda vez en poco tiempo. Al ver la pantalla iluminarse con el nombre de Magnus, su corazón dio un salto instantáneo, el diseñador de moda siempre tenía la capacidad de convertir incluso los momentos más simples en algo extraordinario.
Alec deslizó el dedo para desbloquear el teléfono, y la pantalla mostró un mensaje de Magnus. La sonrisa de Alec se ensanchó al leer las palabras llenas de cariño que se desplegaba frente a él. Magnus expresaba simplemente que lo extrañaba, a pesar de haber compartido el mismo espacio apenas seis horas antes.
El mensaje no llevaba consigo ninguna razón aparente, ninguna urgencia, solo el eco cálido de un corazón que anhelaba la cercanía del otro.
Nos vimos estas mañana Magnus ❤️
4.09 pmNo bebe, tu deberías decirme que me extrañas también :c
4.11 p.mEres un tonto
4.13 p.mPero soy tu tonto ❤️
4.14 p.mObvio ❤️
4.16 p.msdfljfvkfjbfkbn ❤️❤️❤️❤️
4.17 p.m🤣 Nos veremos esta noche
4.20 p.mPor supuesto, iré por ti a la U ❤️
4.21 p.mIz me pregunto por tu cumpleaños hoy
4.23 p.m¿Si? ¿y qué te pregunto?
4.25 p.mSi pensábamos hacer algo juntos, si harías una fiesta y si ya pensé en tu regalo
4.28 p.mY?
4.29 p.m
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Llamemosle destino
Roman d'amourAlec es un joven británico que llega a EUA para empezar de nuevo, para liberarse de los prejuicios que lo ahogan en su hogar. Magnus es un diseñador sumamente exitoso a quien la fama y la fortuna lo han sumido en un tedio de vida. Sus vidas se cru...