Julio/ parte II

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-17 de Julio, 9 a.m-

Un celular no dejaba de sonar en aquella oscura y fresca suite del hermoso hotel que Magnus y Alec se alojaban en Milan. Habían ido por cuestiones del proyecto del moreno pero también con intenciones de pasear por Italia y quedarse un par de días en la Toscana donde Magnus tenia una villa.

Suspirando antes al inexistente posibilidad que el maldito aparato dejara de sonar, el moreno abandono la calidez del cuerpo de su novio y tanteo en la oscuridad el celular en la mesita de noche.

Maldijo cuando vio el nombre Will en la pantalla luminosa.

-Maldición William dime que tienes una buena escusa para despertarme a esta hora.

-Son las 9 de la mañana en Milan reina del drama, aquí son las 8 estoy levantado desde las 6 y no me quejo.

-Tienes hijos, es diferente -se dejo cae boca arriba con la mano libre sobre la frente

-Cuando tengas hijos sabrás lo que es dormir poco.

-Wow frena ahí, estamos hablando de un futuro muy lejano e incierto.

-No lo sé ya tienes 34 -se escucho la risa de Will al otro lado del teléfono

-¿Me estas llamando viejo?

-Si quieres verlo así, pero no te llamo para eso.

-¿Para que diablos me llamas a esta hora Herondale?

-Para saber hasta cuando se quedaran en Italia, Tess quiere que cenemos juntos y como los niños se van con mis padres a pasar unos días en los viñedos de la toscana pensé que podríamos vernos en tu villa.

-Nos quedamos todo lo que queramos, Alexander esta de vacaciones.

Y como si supiera que estaban hablando de él, el pálido muchacho se acerco a su novio y se acomodo descansando su cabeza en el pecho del moreno y deslizo una mano también.

-¿Entonces podemos vernos el fin de semana?

-Supongo que si, estamos a unas horas de mi villa -sonrió cuando el ojizul siguió durmiendo muy cómodamente- podríamos viajar para allá el viernes por la noche y nos veríamos el sábado.

-Perfecto, se lo diré a Tess. -saludo y la llamada se termino.

Magnus dejo el celular sobre el buró y suspiro acariciando el cabello de su durmiente novio.

-... Tengo hambre

O no tan durmiente.

-Y es tú culpa -continuo el menor

-¿Ah si? ¿y por que?

-No me dejaste levantarme anoche. 

-Eran las tres de la mañana tesoro -rió

-¿Y? -Aún cuando no se estaban mirando a los ojos Magnus sabia que su novio estaba arqueado una ceja

-Estaba muy satisfecho y relajado como para que me dejases solo en la cama para ir a comer y...

-¿Y ya no tienes 20 años? -rió nuevamente y Magnus con él

-¡Oye!

-Tú lo dijiste anoche.

-Una cosa es que lo diga yo y otra que tu me lo digas -su indignación era fingida puesto que se estaba riendo.

-Yo no pienso eso, solo repito lo que tu me dijiste -se inclino y dejo besos en los labios del moreno antes de levantarse o bueno, intentarlo -Magnus...

Llamemosle destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora