Abril/ parte II

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-7 de Abril, 3.30 pm-

-Cállate, no me recuerdes ese vergonzoso momento -el ojiazul se tapo la cara con las manos mientras Magnus reía

-¿Por que? te pones tan adorable cuando estas afiebrado y mimoso también

El invierno había terminado y la primavera había llegado, Alec y Magnus se encontraban tirados sobre una manta bajo la sombra de un gran árbol en un típico parque de New Heaven

-¡Soy ridículo y descarado! que vergüenza -dejo escapar un suspiro y bajo la mano que tapaba su cara.

-Todo te avergüenza corazón -se giro hacia Alec quedado de lado- y no eres ninguna de las dos cosas que dijiste, eres adorable.

-No lo soy. Solo tu puedes verme así y no me explico porque

-No importa, soy tu novio y es la opinión que cuenta

Alec soltó una carcajada que hizo reír a Magnus también

-Estas loco

-Por ti completamente -El moreno le guiño un ojo y menor tuvo la gracia de sonrojarse como era usual

-¿Vamos a quedarnos aquí toda la tarde? cuando me secuestraste de la universidad pensé que querías hacer algo en particular

-¿Te secuestré? -rió- y claro que quiero hacer algo, quiero estar contigo cariño.

-Lo hiciste, yo tenía clases hasta las 9 p.m hoy y estamos juntos casi todos los días.

Magnus le sonrió y se incorporo a medias inclinándose sobre el cuerpo de Alec, apoyado los antebrazos a los lados de la cabeza del ojiazul quien retuvo el aliento al sentir que invadía sus espacio personal, sus labios y los del mayor casi se tocaban

-Casi es la palabra clave en todo esto, casi no es suficiente para mi. ¿Lo es para ti?

Alec dejo escapar el aire retenido y aparto la mirada por un momento antes de contestar

-Supongo que no pero... pero no podemos comportarnos como si tuviéramos 15 años -rió

-Definitivamente no -respondió pensativo el moreno mas luego sonrió- mi adolescencia fue algo desastrosa, otro día te cuento -No lo dejo decir nada siquiera y simplemente lo beso en un gesto lleno de parsimonia.

Alec no hizo mas que dejarse llevar por el momento y deslizar sus manos hasta la cintura de Magnus.

-Si tenias planeado hacer esto... deberíamos haber ido a tu casa o la mía.

-¿Es que solo me dejaras besarte allí? -hizo un gracioso puchero y el joven no pudo evitar reírse de su novio - Ni que estuviéramos haciendo algo indecente

Llamemosle destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora