𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗡𝗔: PROCESO DE TRANSFORMACIÓN QUE CAMBIA LA FORMA DE PENSAR, SENTIR, DE SER O DE VIVIR DE ALGUIEN.
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𝗦𝗛𝗘𝗟𝗕𝗬 𝗡𝗢 𝗦𝗘 𝗜𝗠𝗔𝗚𝗜𝗡𝗔 𝗟𝗔𝗦 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗜𝗖𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗤𝗨𝗘 𝗦𝗨 𝗥𝗘𝗟𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗢𝗡 �...
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Cuando el Jeep rojo se estaciono, Steven y Jeremiah fueron los primeros en bajarse, dejando a la pareja sola. Shelby seguía con su mirada perdida, aun repitiendo en su cabeza la conversación que erróneamente había decidido escuchar.
"Nunca ha sido mi hermana favorita"
¿Qué es lo que continuaba de esas palabras? Era la pregunta que se repetía desde que se subió al asiento del copiloto, intentando consolarse, pensando que esa frase era seguida por un pero. un pero donde su hermana deshiciera la dureza de su confesión, donde lo doloroso de sus pensamientos estuviera justificado de alguna manera.
"Es mi hermana"
Otra frase de la famosa discusión. No sabía cómo tomarlo, ¿Qué significado tenía? ¿La defendía porque no tenía otra opción? ¿O significaba que a pesar de todo la quería por el lazo que compartían?
Su cabeza ya se sentía pesada cuando sintió un cálido toque alejándole del rostro un mechón suelto de su oscuro cabello.
Conrad la había estado observando desde el principio, tan distante, tan distraída.
El trayecto no había sido tan largo, pero era sencillo para él notar que ella no estaba bien, durante todo el camino estuvo callada y no aparto sus ojos de la ventana, ni quiera cuando Steven intento molestarla con anécdotas vergonzosas. Y ahora no se había movido de su lugar, incluso cuando el motor se apagó y sus dos compañeros de viaje habían bajado tan eufóricamente, ella solo se quedo con la mirada baja, mordiendo levemente una de sus uñas.
Como siempre lo hacia cuando algo la molestaba o la abrumaba.
—Estas muy callada —dijo mientras seguía dejando algunas caricias en su mejilla.
Ella levanto la mirada con dirección a la ventana, al fin notando que habían llegado a su destino.
—¿Sucede algo? —volvió a hablar él tras el silencio de la chica a su lado.
Ella solo negó, mostrándole una sonrisa, o lo que parecía un intento de sonrisa.
Él seguía observándola, analizando cada uno de sus gestos, intentando que ella se decidiera a hablarle sobre lo que ocurría en su cabeza, decidido a no dejar que se alejara de su lado hasta recibir una respuesta.
¿Con que derecho?
Lo regaño su conciencia, él no ha contestado ninguna de sus dudas, no le había hablado de lo que perturbaba a su mente desde hace meses, ¿Cómo podría exigirle algo que él mismo había evitado hacer?
