𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗡𝗔: PROCESO DE TRANSFORMACIÓN QUE CAMBIA LA FORMA DE PENSAR, SENTIR, DE SER O DE VIVIR DE ALGUIEN.
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𝗦𝗛𝗘𝗟𝗕𝗬 𝗡𝗢 𝗦𝗘 𝗜𝗠𝗔𝗚𝗜𝗡𝗔 𝗟𝗔𝗦 𝗖𝗢𝗠𝗣𝗟𝗜𝗖𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦 𝗤𝗨𝗘 𝗦𝗨 𝗥𝗘𝗟𝗔𝗖𝗜Ó𝗡 𝗖𝗢𝗡 �...
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El tiempo había pasado tan de prisa que en cuanto notaron lo tarde que era, decidieron volver a casa. El camino fue tranquilo, lleno de un silencio relajante, cómodo. Shelby se dedicó a mirar el paisaje nocturno, a disfrutar de la suave brisa que entraba por las ventanas, su mirada llego a perderse algunas veces en su acompañante, quien con su pulgar dejaba pequeñas caricias en su mano, esa que durante todo el trayecto estuvo unida a la suya.
Cuando estuvieron frente a la casa y el sonido del motor cesó, ninguno se movió de su lugar, era claro que ambos se negaban a despedirse de su agradable momento. Conrad fue el primero en bajar, rodeando el auto y abriendo su puerta.
Esos eran los detalles que él siempre tenía con ella.
Ambos caminaron hasta la entrada principal aun con una sonrisa en el rostro, para su desgracia la felicidad se acabó cuando se encontraron con Steven caminando por la sala, murmurando para sí mismo y con aspecto frustrado. El mayor de los Conklin levanto su mirada ante el sonido de la puerta al cerrarse, provocando que soltara un suspiro de alivio al ver a su melliza.
—¿Estas bien Steven? —Conrad fue primero en preguntar debido al largo silencio en el ambiente. El chico contrario negó de forma inconsciente.
—¿Podemos hablar Bee? —fue lo único que dijo ante los recién llegados —Decidí esperarte porque de verdad necesito hablar de esta mierda con alguien.
Ella asintió mientras soltaba la mano de Conrad dispuesta a acercarse a su hermano.
—Los dejare solos —le murmuro su novio acercándola a él una vez más para dejar un beso en sus labios y subir las escaleras.
Shelby camino hasta su mellizo, sentándose en el sofá e invitándolo a sentarse junto a ella, una preocupación creció en ella al notarlo tan perdido, como si miles de pensamientos lo invadieran o lo atormentaran.
—¿Steven? — le pregunto con un claro tono de preocupación al notar su aspecto.
—La cague, eche todo a perder —dijo el mayor antes de dejarse caer al sofá mientras se sujetaba la cabeza con frustración.
Ella se acercó más él, colocando una mano sobre su espalda como si intentase trasmitirle su apoyo.
—¿Qué fue lo que paso? —le pregunto.
Steven se mantuvo en silencio unos segundos, ni siquiera la miraba, solo estaba en la misma posición.
—Besé a Taylor —le confeso por fin, dejándola completamente sorprendida — No sé porque mierda lo hice, no sé en qué estaba pensando —volvió a hablar, ahora más alterado.
