𝗠𝗘𝗧𝗔𝗡𝗢𝗜𝗡𝗔 - CONRAD FISHER

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟐

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El viaje fue demasiado tranquilo para todos, incluso para ella que al despertar esta mañana era víctima de sus nervios. Ahora estaba tranquila, había pensado durante tanto tiempo que ahora su corazón estaba calmado gracias a sus propias reflexiones—Son tus hermanos, si tu estas feliz, ellos lo están—se volvió a decir tranquilizando las pocas inseguridades que le quedaban.

—Aquí estamos, todos abajo— hablo su madre regresándola a la realidad, viendo como todos empezaban a salir del auto.

Cuando salió lo primero que lleno su mirada fue la casa de verano, esa donde sus mejores recuerdos tenían lugar. Recordaba correr por el jardín, jugar al escondidas en el interior, nadar todos juntos en la enorme piscina, su primer beso con Conrad el año pasado— instintivamente una sonrisa apareció en sus labios recordando el momento, tocando levemente sus labios con sus dedos—volvió a salir del interior de su cabeza cuando sus pies se alejaron del suelo debido al abrazo de Jeremiah.

—¿Cómo esta mi cuñada? —hablo en voz baja mientras la dejaba de nuevo en el suelo—¿Ya lo saben? — lo vio hacer un gesto con la cabeza señalando a las personas detrás de él.

—Solo mamá, pero creo que llego la hora de decírselos— sonrío viendo la burla en los ojos del rubio, volvió a abrazarlo separándose rápido algo sorprendida—Jer, ¿estos son nuevos? — hablo de nuevo tocando los músculos en sus brazos.

—Claro, trabaje a estos chicos todo un año para sorprenderte— su falso tono coqueto fue lo que los hizo soltar una carcajada.

Se alejo de él cuando vio a Susannah caminando hacia ellos, la recibió con un cálido abrazo, esos que solo la mejor amiga de su madre puede dar. Cálido, reconfortante, tan lleno de cariño que podía aliviar cualquier dolor.

—Solo me aleje de ti un año y mírate, cada vez más hermosa­— le hablo alejándose del abrazo para verla mejor—¿Cómo van las prácticas de ballet?

Su pregunta la hizo borrar la sonrisa, entre todas las cosas que había practicado desde pequeña el ballet era lo mejor, pero hace un par de meses se había lesionado, no seria un daño permanente, pero si uno que la alejaría un tiempo de la danza.

—Me lesione el tobillo, cuando practicaba para la competencia— forzó una sonrisa, pero Susannah solo volvió a abrazarla en silencio— Está bien, podre volver.

—Los doctores le dijeron que tal vez en ocho o nueve meses estaría totalmente bien— la aparición de Laurel las hizo separarse por completo—Siempre y cunado no haya más accidentes.

Las dejo hablando solas cuando vio a Conrad aparecer a lo lejos, sus pies se movieron por su cuenta dando pasos hacia él, ambos conectando sus miradas, ella encontrando su felicidad en esos ojos azules que amaba desde que era una niña. Pero se detuvo cuando vio a su hermana corriendo a abrazarlo, los vio compartir unas palabras y después a él revolviendo su cabello. Recupero el paso contenta, adoraba como veía a Belly con tanto cariño, como una hermana pequeña, era feliz sabiendo que su familia lo quería y que él los quería.