Donna... - Cap. 15

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- ¡Gwen, apúrate! ¡Llegaremos tarde! - Se queja Finney.

- ¡Ya voy! - La castaña agarra su mochila y aparece en la puerta de salida de la casa, donde se encuentra su hermano esperándola - Listo, ya vamos.

- ¡Por fin!

(...)

  En el camino hacia el colegio los dos hablaban de estupideces, pero Finn se acordó de algo que no dejaría pasar por alto.

- Una pregunta, ¿por qué fuiste ayer a mi habitación? No sueles ir porque sí.

- Oh, eso. Yo tenía que hablar contigo...

- Bueno, dime de qué querías hablar.

- No estoy muy segura, no sé si decirte.

- ¿Por qué?

- Tiene que ver con Sarah... y con Donna.

  Finn detiene su paso y la mira.

- ¿Clarke?, no gracias, no quiero saber nada.

- Pero todo tiene un contexto, ella habló conmigo y no parecía que estuviese mintiendo. Digo, la conozco hace años... - Finn se cruza de brazos y sigue caminando, Gwen entiende que debe seguir hablando - Ella me dijo que lo que hizo no fue porque quería, solamente lo hizo porque la obligaron.

- ¿La obligaron? - Ríe sarcástico.

- Sí, su familia.

- ¿Y? ¿Por qué la van a obligar? Es obvio que está mintiendo.

- ¡Qué no! - Suelta enfadada.

  Sostiene a su hermano por el hombro, frenando su paso.

- Ella miente.

- Estoy diciendo que no pasó así.

- ¿Ah, sí?

- La mamá quería que yo me separe de ella, no quería vernos juntas... Donna me dijo que no quería lastimarme, no podía gritarme y hacerme sentir mal, porque no lo iba a soportar. Tuvo que ir por ustedes, o sea... intentar separarlos a Robin y a ti...

- ¡Oh, que buena opción! - Interrumpió.

- Es en serio, Finney, la obligaron.

- ¿Y por qué?

- ¡Porque ella gusta de mí!

  El castaño se quedó sin palabras, un suspiro sorprendido surgió de su garganta, quedando con cara de asombro.

- ¿Gustar de ti? Por favor... - Finn pone los ojos en blanco y sigue caminando - Como si no estuviese mintiendo - Susurra él.

- ¿Quieres hablar con ella?

- ¿Qué? No...

- Entonces, ¿por qué no me crees?

- Porque eso es técnicamente imposible. Digo, ella no puede intentar separarnos y besar a Robin, y luego ir y decirte que todo lo que hizo fue porque la obligaron porque ella gusta de ti... No tiene sentido - Dice Finney hablando un poco más tranquilo.

- Okay, quizá tengas razón, pero ella no parecía mentir - Hace una mueca.

  Llegan al colegio y se dirigen a sus aulas sin antes saludarse.

(...)

  Finney entra al aula viendo que Robin ya estaba sentado en su lugar, se dirige hacia él y se sienta a su lado.

- Hola, cariño - Saluda Robin.

- Hola - Finn le devuelve el saludo.

- ¿Cómo estás? Pareces un poco confundido.

Un romance complicado - RinneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora