Estoy confundida - Cap. 18

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   Gwen se dirigía hacia la plaza, donde decía la carta que tenía que ir a las 6:00p.m., escrita, supuestamente, por Sarah.

   Cuando llegó se sentó en el pasto y miró a su alrededor, esperando ver a Sarah. Pasaron algunos minutos, casi una hora, hasta que Sarah llegó.

–¡Gwen!

  Gwen levantó la mirada y observó cómo Sarah corría hacia ella.

–Sarah... – Susurra –¿De qué querías hablar?

   Sarah se sienta a su lado y la mira fija y seriamente.

–¿Tienes novia? – Pregunta de repente Sarah.

–¿Qué? No... Por supuesto que no...

   Sarah la mira con recelo pero luego asiente suavemente, no tan convencida. Luego habla:

–Ya veo... Entonces, ¿por qué el otro día te estabas besando con Donna?

   El corazón de Gwen se detiene por un segundo cuando escucha lo que la chica dijo.

–¿Disculpa? – Tartamudea.

–Lo que escuchaste – Se cruza de brazos –Tengo que ser sincera, me da celos que estés con ella. Ya sabes, me gustas mucho.

   Gwen la mira estupefacta, sin palabras.

–Mira, si me citaste aquí solamente para hablar sobre mi vida personal, te aviso que me voy en este preciso momento...

–No, hey. Tranquila... – Le sonríe –Quiero saber si en algún momento te gusté.

–No.

–Que frialdad la tuya, ¿no?

   Gwen se levanta rápidamente y se aleja de ella.

–¿Qué carajos te pasa? ¿Te desapareciste unos días y ahora me tratas así? – Respira, tratando de mantener la calma –No tengo ganas de hablar contigo, me voy.

   Sarah también se levanta del suelo y agarra la muñeca de Gwen rápidamente, antes de que se vaya. Tira un poco de ella y la acerca a su cuerpo.

–Déjame tranquilízate...

   Sarah acerca sus labios a los de Gwen y la besa suavemente.

(...)

   Gwen llega a su casa y algunas mejillas corren por sus mejillas.

–¡Hey! ¿Qué pasa? – Pregunta Finney.

–¡No te interesa! ¡Solamente estoy pasando por un mal momento! – Continúa llorando.

–¿Por qué dices eso? – Finn la mira desconcertado.

–Es difícil de explicar.

–Quizás si te calmas pueda entenderte... –Finney se acerca a ella y la abraza.

   Gwen le devuelve el abrazo, mientras llora en su hombro.

–Donna me besó hace unos días, y hoy... –Finn la interrumpe.

–¿Cómo que Donna te besó? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?

   Gwen lo mira con incredulidad.

–¿Qué?

–Lo siento.

–Bueno, como decía, sin que me interrumpan, Donna me besó uno de estos días y Sarah me vio con ella. Pero Sarah también gusta de mí, y hoy me besó, cuando estábamos en el parque.

–No entiendo...

–¿Quieres decir que Donna y Sarah gustan de ti y las dos te besaron? – Dice una voz detrás de ellos – En distinto lugar y día.

Un romance complicado - RinneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora