Desperté de golpe en mi sillón, mi pecho agitado por lo que acababa de soñar, es la segunda vez que sueño con él, bueno, ahora conocía su nombre, Loki, trate de calmar mi respiración pues no tenía motivo para estar así, carajo era solo un prisionero, aún peor, era un maldito invento de mi mente. 

Jamás había visto al prisionero en nuestra celda, no tenía ni idea de su nombre, solo conocía leyendas y rumores que la servidumbre contaba por los pasillos, no tenía sentido, nada tenía sentido en mi vida en realidad. 

Me frote el rostro intentando calmarme pues sabía perfectamente lo que ocurría si me permitía explotar, salí a respirar algo del aire fresco de la noche para relajarme, las estrellas brillaban sobre nosotros hermosas. 

Cuando finalmente me calme volví adentro pero dude un poco antes de entrar en la cama, pero al final lo hice, volví a acomodarme para dormir, pero de nuevo no podía, mi cabeza no paraba de pensar, de contradecirse, maldita sea solo quiero dormir. 

- Volviste- su voz me distrajo de mi debate, él miraba el cielo a través del ventanal que tenía como puerta a mi balcón, me senté en la cama para verlo mejor

- Okey...Loki, ¿Qué cosa eres? 

- Que mal educada princesita, yo le dije mi nombre...pero sigo sin conocer el suyo y ahora me llama cosa...alguien necesita enseñarle buenos modales señorita- la forma en la que dijo esa última frase acelero mi corazón, solo pude ver su sonrisa de lado, perversa, encantadora. 

- Tiene razón, me disculpo por eso...mi nombre es Adah 

- Mucho gusto Adah- seguía sin quitar su vista del cielo nocturno asgardiano 

- Puedes ahora responder a mi pregunta, ¿Por qué sigo soñando contigo? ¿Qué eres? ¿De donde apareciste? 

- Wow, muchas preguntas preciosa, primero que nada...ya te lo dije, sigues llamándome a tus sueños, no conozco el por que pero, puedo imaginarlo...- entonces si me miro juguetón lo que me hizo avergonzarme de inmediato apartando la mirada 

- No es lo que...no puede ser eso, no te conozco como para llamarte a mis sueños, ni siquiera se como hacer eso

- Eres poderosa Adah, una criatura extraordinariamente poderosa...no necesitas como saber hacer las cosas para hacerlas, nunca había visto algo similar...me encanta 

- No se de que hablas 

- Pero lo sabrás- camino al pequeño sillón frente a mi cama para sentarse cruzando una pierna por encima de la otra 

- ¿Qué o quién eres? - me acomode en mi lugar sin dejar de mirarlo 

- Soy aquel que todos temen lindura, la pesadilla con la que suelen espantar a los niños por las noches...

- El asesino culpable de...

- Más de 800 muertes, así es...ese soy yo, Loki el dios de las artimañas - me guiño el ojo con su sonrisa divertida 

- No puede ser posible, tu estas...jamás te había visto, esto no puede...

- Me estas cansando con tu temita del jamás te había visto, soy yo bien, no has dejado de pensar en mi desde el segundo uno que pise este estúpido palacio, puedo sentirlo, puedo...saberlo, no dejas de llamarme con esa mentecita tuya 

Apreté la cobija color vino entre mis manos tratando de contener las mil emociones que sentía ahora, alguna vez han tenido el presentimiento de que están haciendo algo terriblemente incorrecto pero les gusta como se siente eso...bueno, eso es lo que me atrae de él, se que esta mal que siquiera piense en él pero, me encanta la adrenalina que esto provoca en mi. 

El PrisioneroWhere stories live. Discover now