☁︎ the french kiss ; hyunin.

trente-neuf.

Lo primero que pienso es: Karina.

Karina nos ha encontrado y ahora nos estrangulará, aquí mismo, con los mimos y los caballitos del carrusel y los pintores como testimonios. La garganta se me pondrá morada y dejaré de respirar y moriré. Y ella irá a la cárcel y se pasará el resto de su vida escribiendo cartas de psicópata a Hyunjin con papeles hechos de piel seca.

Pero no es Karina. Es Seungmin.

Hyunjin se separa de mí. Seung gira el rostro, pero ya he visto que está llorando.

— ¡Seungmin! — grito.

Sale corriendo sin que pueda decirle nada más. Miro a Hyunjin, que se frota el cabello, incrédulo.

— Mierda. — dice.

— Ni que lo digas. — confirma Chan.

Me sobresalto al ver que él y Minho también están aquí.

— Seungmin. — gimo. — Karina.

¿Cómo hemos permitido que esto ocurra? Él tiene novia y ambos tenemos un amigo que está enamorada de él. Es un secreto a voces, siempre lo ha sido.

Hyunjin se levanta de un salto. Tiene la camiseta llena de césped seco. Y se va. Corre detras de Seungmin gritando su nombre. Desaparece tras los árboles y Minho y Chan dicen algo, pero no entiendo sus palabras.

¿Hyunjin acaba de dejarme? ¿Por Seungmin?

No puedo tragar. Mi garganta se está cerrando. No solamente he sido atrapado besándome con alguien a quien no tenía derecho a besar (y no sólo ha sido el mejor momento de mi vida), sino que éste me ha rechazado.

Delante de todo el mundo.

Una mano aparece frente a mis ojos y, aturdido, la sigo.

Veo la muñeca y el codo y el tatuaje de la calavera pirata y el hombro y el cuello y la cara. Minho. Me da la mano y me ayuda a levantarme. Tengo las mejillas mojadas y ni siquiera recuerdo haber empezado a llorar.

Minho y Chan permanecen callados mientras me ayudan a sentarme en un banco. Empiezo a decir que no sé cómo ha sucedido y que no quería hacerle daño a nadie y que, por favor, no le digan nada a Karina. Que no puedo creer que le haya hecho esto a Seungmin y que él nunca me hablará otra vez y que no me extraña que Hyunjin se haya ido corriendo porque soy horrible. Soy lo peor.

— Jeongin. Jeongin. — interrumpe Minho. — Si tuviera un euro por cada tontería que he hecho, podría comprar la Mona Lisa. Todo saldrá bien. Volverán a estar bien.

— Sus labios no eran lo único trabajando ahí... — Chan se cruza de brazos.

— Seungmin es tan.... — me ahogo. — amigable.. — esta palabra... qué inadecuada. — ¿Cómo he podido hacerle esto?

— Sí, lo es. — dice Chan— Y lo que han hecho no ha sido una gran idea. ¿En qué estaban pensando?

— No estábamos pensando. Ha sucedido y punto. Lo he estropeado todo. Seungmin me odia. ¡Hyunjin me odia!

— Te aseguro que Hwang no te odia. — dice Minho.

— Aunque, si yo fuera Seungmin, lo odiaría a él. — interviene Chan con el ceño fruncido. — Ha estado dándole falsas esperanzas durante demasiado tiempo.

— Nunca le ha dado a entender que lo quiera más que como a un amigo... — Minho se indigna.

— Pero tampoco ha hecho nada para dejar las cosas claras.

— Sale con Karina desde hace más de año y medio. Si eso no es dejar las cosas claras... Oh. Perdona, Jeongin.

Sollozo con más intensidad.