quarante-trois.

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No me atrevo a mirarlo durante lo que queda de castigo. ¿Cómo puedo tener miedo de estar solo si precisamente he estado solo todo este tiempo? Tal vez él tenga razón. No es que haya tenido novio, como él tenía a Karina, aunque sí me aferré a la idea de Yeonjun. Manteniéndolo como (el pensamiento me hace hacer una mueca de dolor) un suplente. Y Beomgyu. Bueno, él estaba allí, yo estaba allí, él quería, yo también. Me preocupaba pensar que sólo me relacioné con Beomgyu porque estaba enfadado con Hwang, pero tal vez lo hice... tal vez lo hice porque estaba cansado de estar solo.

Pero ¿qué tiene eso de malo?

¿Significa eso que tampoco es malo que Hwang no quisiera sentirse solo? Tiene miedo del cambio, de tomar decisiones importantes. Y yo también. Sunghoon dijo que, si hubiera hablado con Yeonjun, podría haberme ahorrado meses de angustia. Pero tenía demasiado miedo de romper la relación que a lo mejor teníamos y averiguar lo que realmente había entre nosotros. Y si me hubiera molestado en escuchar lo que Sunghoon intentaba hacerme comprender, puede que Hwang y yo hubiéramos tenido esta conversación hace tiempo.

Pero ¡Hwang también tendría que haber dicho algo! Él también tiene parte de culpa.

Un momento. ¿No es eso precisamente lo que estaba diciendo? ¿Que ambos tenemos parte de culpa? Chan dijo que había sido yo el que se había apartado. Y tiene razón. Él y Minho me ayudaron aquel día en el parque, y yo los abandoné. Y a Seung.

Dios mío, Seungmin.

¿Qué diablos me pasa? ¿Por qué no he intentado disculparme otra vez? ¿Soy incapaz de mantener una amistad?

Tengo que hablar con él. Hoy. Inmediatamente. Cuando el Professeur Hansen nos levanta el castigo, salgo disparado hacia la puerta. Pero, al llegar al pasillo, algo me detiene. Hago una pausa debajo de las pinturas de ninfas y sátiros. Me doy la vuelta.

Hwang me espera bajo el umbral de la puerta. Esta mirándome fijamente.

— Tengo que hablar con Seungmin. — me muerdo el labio.

Hwang afirma lentamente con la cabeza.

Minho aparece detrás de él. Con una peculiar confianza, me dice:

— Te echa de menos. Todo saldrá bien. — dirige una mirada a Hwang. — Volverán a estar bien.

Ya me había dicho algo así antes.

— ¿Sí? — pregunto.

Minho levanta una ceja y sonríe.

— Sí.

Sólo cuando empiezo a caminar me pregunto si el plural se refería a Seungmin y a mí o a Hwang y a mí. Espero que se refiera a ambos. Vuelvo a la Résidence Lambert y llamo a la puerta de Seungmin tras una visita relámpago a mi propia habitación.

— ¿Seung? ¿Podemos hablar?

Abre la puerta.

— Eh. — su voz suena bastante amable.

Nos quedamos mirando. Levanto dos tazas.

Chocolat chaud?

Parece que esté a punto de llorar. Me invita a entrar y dejo las tazas sobre su escritorio.

— Lo siento. Lo siento muchísimo, Seungmin.

— No, yo lo siento. Me he portado como un imbécil. No tenía derecho a estar enfadado contigo.

— No es verdad. Sabía lo que sentías por él y lo besé igualmente. No estuvo bien. Tendría que haberte dicho que a mí también me gustaba.

Nos sentamos en su cama. Hace girar un anillo brillante con forma de estrella alrededor de su dedo.

— Ya sabía lo que sentían el uno por el otro. Todo el mundo lo sabia.

— Pero...

— No quería creerlo. Después de tanto tiempo, todavía guardaba esa.. estúpida esperanza. Sabía que tenía problemas con Karina, así que pensé que tal vez... — se le corta la voz y necesita unos segundos para recuperarse.

Remuevo mi chocolate. Es tan denso que parece una salsa. Seung me enseñó a prepararlo.

— Hwang y yo solíamos hacer muchas cosas juntos. Pero, cuando llegaste tú, todo cambió. Siempre se sentaba a tu lado, durante el almuerzo, en clase, en el cine... En todas partes. Y empecé a tener mis sospechas. La primera vez que te oí llamarlo Hyunjin, supe que lo querías. Y, por la forma en que te respondía, en que se le iluminaban los ojos cada vez que lo llamabas así, supe que él también sentía algo. Y lo ignoré porque no quería creerlo.

La lucha interna reaparece.

— No sé si me quiere. Ni si me ha querido alguna vez. Lo hemos estropeado tanto...

— Es obvio que quiere algo más que una simple amistad. — Seung me toma la taza de las manos. Estoy temblando. — ¿No te has fijado? Cada vez que lo miras, sufre. Nunca he visto a alguien tan miserable en mi vida.

— No es verdad. — le recuerdo lo mal que están las cosas con su padre. — Tiene otras preocupaciones en la cabeza, cosas mas importantes.

— ¿Por qué no están juntos?

La forma tan directa en que me hace la pregunta me toma desprevenido.

— No lo sé. A veces creo que hay un número limitado de oportunidades para estar con alguien, y nosotros lo hemos estropeado tantas veces. — bajo la voz. — Que ya no hay nada qué hacer.

— Jeongin. — dice Seung, muy serio. — Eso es la tontería más grande que he oído en mi vida.

— Pero...

— Pero ¿qué? Lo quieres y él te quiere, y están en la ciudad más romántica del mundo.

— No es tan fácil. — niego con la cabeza.

— Plantéatelo así: un chico increíble está enamorado de ti ¿y ni siquiera vas a intentar que funcione?

Echaba de menos a Seungmin. Vuelvo a mi habitación sintiéndome consolado y triste a la vez. Si Hwang y yo no hubiéramos discutido durante el castigo, ¿habría intentado disculparme otra vez? Seguramente no. Se habría terminado el curso y nos habríamos separado y nuestra amistad se habría ido al traste para siempre.

Oh, no. La verdad me golpea duramente.

¿Cómo no he sabido verlo? Es lo mismo. Exactamente lo mismo.

Soobin tampoco pudo hacer nada al respecto. Se sentía atraído por Yeonjun, yo no estaba allí y simplemente sucedió. Y yo lo he culpado todo este tiempo. He hecho que se sintiera culpable de algo que él no podía controlar. Y ni siquiera he tratado de escucharlo: no he contestado ni a sus llamadas ni a sus mensajes. Y él ha seguido intentándolo con insistencia. Recuerdo lo que Sunghoon y Chan me dijeron: realmente abandono a mis amigos.

Saco mi mochila y abro la cremallera delantera. Todavía esta ahí. El pequeño paquete envuelto con papel a rayas rojas y blancas está un poco chafado. El regalo que quería darle en Navidad.

Y entonces escribo la carta más difícil de mi vida. Espero que nos arreglemos.

☁︎ the french kiss ; hyunin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora