⁷ 🦊🐱 WHILE SHE SLEEPS +18

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3 meses después

🐱 JUNGWON

Estuve en reposo diez días debido a la cesárea, pero la herida dejó de dolerme a la segunda semana y es que la verdad la faja que compré con anterioridad sí me sirvió demasiado para que la herida no se abriera y seguí al pie de la letra las instrucciones del doctor. Cabe recordar que en ese lapso de tiempo hice ejercicios de abdominales suaves. Mi mamá y Dain me recomendaron practicar pilates y yoga para que mi cuerpo se recupere rápido y finalmente, sigo una dieta variada que me ayudará a perder ese peso de más y claro que no afecta en la lactancia.

Sohee es muy hermosa y tranquila, duerme por las mañanas y sólo se levanta para comer, pero por las tardes es cuando se pone sentimental y llora para que Sunoo la cargue y la consienta, por las noches se despierta llorando para comer y por sus pañales sucios.

Las primeras tres semanas fueron estresantes porque la bebé lloraba todo el tiempo y casi no dormíamos, más yo, pero luego decidimos contratar a una persona para que me ayudara a cuidarla desde la mañana hasta la tarde, es por eso que tengo tiempo para mí.

-¿Qué le pasó?. - le pregunté saliendo de mi armario ya vestido con ropa cómoda, pero elegante.

- Se acaba de levantar. - respondió Nagyung mientras arrulla a Sohee.

- ¿Le diste su biberón?. - ella asintió. - Si ya dejó de llorar puedes dejarla en la cama e irte. - puse bálsamo de fresa en mis labios. - Mi esposo vendrá en unos minutos.

- No se preocupe, señor Yang, puedo cuidar de la niña aún. - sonríe.

- Tus horarios son de 8 a.m. a 6 p.m. y se te paga muy bien. - me senté en la cama y la miré. - Cuando necesito que te quedes más tiempo te pagamos horas extras ¿No es así?. - ella asintió. - Pero son las cuatro y yo puedo cuidar de mi hija ahora, no te voy a descontar las dos horas que faltan ¿Ok?. - Nagyung sólo mira a Sohee. - Deja a mi hija en la cama y puedes irte a tu casa.

- Señor Yang, en verdad no me molesta cuidar a la bebé, ella es muy tranquila y cuando la abrazo se duerme. - iba a decirle algo, pero antes de que lo hiciera la voz de Sunoo se escuchó y Nagyung sonrió.

- Soy Kim desde que me casé. - me levanté para tomar a mi nena, pero se alejó. - ¿Qué te sucede?.

Sunoo se asomó en la habitación y Sohee abrió más los ojitos.

- Hola, amor. - me dio un beso en los labios y se acercó a Nagyung. - Hola, Nagyung. - la saludó y ésta sólo inclinó la cabeza como saludo. - Hola, mi hermosa hija ¿Cómo estás, princesa?. - dijo con voz infantil mientras tomaba a Sohee en sus brazos.

- Con él, sí ¿Verdad?. - Nagyung hizo una reverencia a Sun. - Ya vete si no quieres que otra persona ocupe tu lugar.

- Lo siento, nos vemos mañana, señor Kim.

- Qué te vaya bien. - dijo Sunoo sin dejar de ver a nuestra hija.

- Voy a cambiar a la niña para irnos. - dije, quitándole a la niña.

- Creí que la cambiaría Nagyung. - se dio la vuelta, porque Sunoo respeta la privacidad de nuestra pequeña, como tampoco le gusta cambiarle los pañales.

CON LOS MUSLOS HÚMEDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora