⁹ 🦊🐱 TWO BABIES +18

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Apaga la luz, se mete en la cama con el camisón (desnudo no, el pudor, el pudor...) y se arropa bajo las cobijas. Respira hondo, cierra los ojos y la fantasía del cuerpo que se desliza sobre él, de la boca que lo besa, de los dientes que muerden, de las manos que lo acarician, guía las suyas por encima de la piel; y una aprieta los pezones y la otra bucea por debajo de las bragas que se humedecen y se abre, y sus dedos juegan con la pelvis bajando hasta el interior, presiona y un gemido suelta, penetran en el interior cálido que palpita, que los acoge mientras se mueven despacio, demorándose en cada poro, en cada pliegue y luego se aceleran, deprisa, deprisa, deprisa, hasta que el placer lo invade y el cuerpo se convulsiona, y los dientes muerden su labio inferior ahogando un gemido, y el fruto de su pecado que brota de su sexo va humedeciendo sus sábanas, sus dedos, sus muslos, imparable.

- ¡Ahh!.

Sohee se había quedado la noche anterior con sus abuelas paternas y Sunoo se iría por ella después del trabajo.

Jungwon estaba solo desde las cinco de la mañana y estaba esperando a su esposo e hija que llegarían ahora en la tarde.

Nuevamente comenzó a acariciarse y regresaron sus recuerdos de la noche anterior de cómo Sunoo lo hizo suyo una y otra vez en cada rincón de la casa, hicieron el amor cuantas veces pudieron.

- Ahhh, mmhm.

Estaba tan entretenido atendiendo su cuerpo que no se percató de que la puerta fue abierta y de la figura de su esposo parado en el marco de ésta.

El mayor se quitó la camisa y se quitó los pantalones, quedando únicamente con la corbata y su bóxer. Se acercó al castaño y tocó sus pies suavemente.

- Sunoo. - abrió los ojos y se sentó rápidamente. - ¿Y Sohee?.

- Sohee se quedó dormida en su habitación.

Ambos sonríen en complicidad porque podrán aprovechar la ocasión. Sunoo se quita la corbata y el bóxer, el menor se quita el camisón y las bragas, y vuelve a recostarse y abre las piernas para que su Alfa se colocara entre ellas.

- Ahhh, ahhh, mmh.

Comenzó a gemir cuando sintió los dedos de su amado acariciar su interior con suavidad.

- Entra ya. - dijo arqueando la espalda, el placer que sentía era tanto que moría por la atención del pene del Alfa. - Te dije que entra...ras. - su voz se entrecortó y cerró fuertemente sus ojos al sentir cómo entró en él en una estocada.

- Ohhh, carajo. - gimió Sunoo al sentir la estrecha entrada del Omega.

En un movimiento ágil, el menor logró subirse en el regazo del mayor y comenzó a moverse, haciendo que las embestidas fueran despacio, pero profundas y placenteras para ambos, se acercó para besar a su esposo colocando sus manos en las mejillas contrarias.

Sunoo puso sus manos en los redondos y pomposos glúteos del menor y dio una leve nalgada que le provocó un jadeo al Omega.

- Otra vez. - Won se estremeció. - Hazlo otra vez.

- ¿Te gusta lo brusco?. - el Omega asintió. - Entonces te lo haré así. - sonríe de lado.

Sun sostuvo la cintura de su esposo entre sus manos y de una vuelta tiró al menor en la cama, quedando él arriba y tomando el control de la situación.

- Ahhh, ahh.

El ruido obsceno y sus aromas en la habitación eran excitantes para ambos, el ruido de las pieles chocar y el ambiente eran sumamente ardientes. Las embestidas bruscas eran las que inundaban la habitación de esos sonidos. Jungwon amaba que Sunoo fuera rudo en el sexo y Sunoo amaba dejar marcada la cintura de Jungwon con sus manos.

CON LOS MUSLOS HÚMEDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora