Parece un demonio

Capítulo 29

Yun

Al final termino durmiendo a mi lado, a veces hasta yo me cuestiono de lo que estoy haciendo cuando estoy con ella, no puedo evitar sonreír cuando la veo, siempre me puede bajar el enojo cuando la veo, está a mi lado cuando tengo las crisis con los truenos, la intente alejar pero ella no quiso, le advertí pero ella no hizo caso, además sé que aparte de hacer contenido es escritora.

Esos ojos color café me terminaron cautivando al final, diablos.

A la mañana siguiente la siento moverse, y sentí su mirada fijamente sobre mí, cuando intento levantarse le dije —pensé que me verías por más tiempo

—Es hora de despertar, porque si no el jefe llegara tarde

—¿tarde? — mire la hora en mi reloj y diablos

—Esa mirada — sonrió ella

—demonios

—Espera, me alistó y te llevo a tu departamento y luego a la empresa — la mire —no llegaras con la misma ropa que ayer no

—cierto

Entro en su habitación y luego de 30 minutos salió, me miro —creo que llegaras tarde

—No importa — le mire, si llegaba con ella no importaba

—ok

Agarro las llaves de su coche y bajamos, estábamos en el estacionamiento y ella fue directo a un carro gris, recordaba que ayer vinimos en un carro negro, la mire y creo que leyó mi mente y menciono —tengo dos carros de diferentes colores

—ok, yo tengo más pero no hablemos de eso

Ella me miro —lo sé tienes muchos autos, yo solo dos pinche millonario

—¿qué? — le mire y ella subió al carro, subí diciéndole —me acabas de llamar

—olvídalo vamos — manejo hasta mi departamento

Cuando llegamos ella estaciono y comento —ok como tienes muchos carros entonces iré ya a la oficina

—ah...

—tu lo dijiste

—pero no los tengo aquí — me queje

—entonces te esperare aquí

—¿no subirás?

—No, te espero aquí

—Aún no comes vamos arriba

—No — baje del carro y luego abrí su puerta

—subes o te subo

—Yun — estaba pensando cómo sacarla, me acerque y ella puso su mano diciéndome —ok subiré

Le sonreí —y eso — me comento

—Nada — y me di cuenta que estaba sonriendo como tonto

Esta chica me está volviendo loco, subió y ella comento que aria algo de comer mientras me alistaba, fui a cambiarme, cuando salgo ella estaba lista con dos platos de panqueques, estaba poniendo jarabe en un depósito y ya tenía también el café listo, me acerque y ella me dijo —lleva los platos en la mesa por favor

—ok —y lo hice, también lleve las taza de café, ella llevo el jarabe estaba esperándola para comer, ella se acercó y sonrió

—bien comamos entonces

Comencé a comer y estaba delicioso, seguía comiendo, tome un poco de café y ella se rio —amargo cierto menciono

—sí y mucho

—Es porque es el mío — y cambio las tazas

—Café amargo

—si así me gusta el café

—ok — tome el de la taza que acaba de cambiar y estaba menos amargo le mire —mejor no

—si

Terminamos de comer y estábamos yendo al estacionamiento —dame las llaves yo manejare

—lo suponía —y me dio las llaves

—¿suponías? —pregunte

—Sí, que ibas a querer manejar por eso saque el gris — y recordé escuchar quejarse a Van que ella no le dejaba manejar el carro negro

—y por qué no el otro carro

—por qué no — me miro y subió al carro

La mire y luego subí, maneje hasta la empresa, y ella puso música mientras tarareaba algunas canciones, cuando llegamos a la empresa, ella comento —ve primero — le mire —Tu fama de malvado solitario no le quiero arruinar

—En serio

—M... — asintió con la cabeza

—Zol

—Solo ve

—no me importa que me vean llegar contigo

Ella me miro —y a mí me importa no morir en los últimos días creo

—últimos

—si ya termino mi parte

—Zol

—es hora de que vayas a trabajar

—te dije que te alejaras de mi pero no lo hiciste y ahora no te dejare hacerlo

Me miro —Yun estas bien o la lluvia te hizo mal

—Me voy — salí del carro y podía sentir esa mirada penetrante de esos ojos color café en mi espalda