Capítulo 39

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Rodrigo le entrego las cosas y empezó la tortura, —seré tan amable como tú — me miro Yun eso parecía una amenaza

—Cariño sabes que lo hice para protegerte verdad — se amable

—Sí y te pudieron matar

—pero no paso

—que les dirías a tus padres eh

—Cariño lo siento

—M... — en su expresión se podía notar lo molesto que seguía

Puso un poco de alcohol —ahu

—Ok mi niña — y me soplo la herida

Lo limpio con delicadeza, cuando termino Rodrigo le entrego una crema diciéndole —pónsela y mejorara pronto

—ok

—Gracias — le dije, me sentia una niña total mente regañada por todos

—Sí no tienes cuidado yo mismo te matare — comento Rodrigo

—No eres él único que lo ara — comento Jhon

—Yo me sumo — dijo Yun

—Pero — me miraron muy serios —ok —será mejor no pelear con ellos hoy

Mejor era darles la razón porque si no me terminarían riñendo de nuevo. Luego de eso nos despedimos de Jhon y de Rodrigo, fuimos a mi departamento

Estábamos en la sala Yun seguía con esa expresión de enojado —Yun

—Sí, sigo enojado es que como se te ocurre golpearme y ponerte en peligro de esa forma

—ah... para la siguiente correré y te dejare allí, te parece

—Si eso me parece mejor

—ok, entonces eso are correré con toda mi fuerza dejándote a tras

—sé que no lo harás — suspiro —sabes que te pudo pasar algo malo

—y ¿si te pasa a ti?

—eso no importa con tal que tu estés bien

—Sí importa, además ¿cómo me encontraste?

—tu auto

—que tiene

—ah... no me dejas conducirlo verdad

—Yun — le mire

—Le puso un localizador para saber en dónde estás si te pasaba algo malo o si te accidentabas

—solo a ese

—Bueno también a tu moto y al otro carro

—No crees que era necesario que me lo dijeras

—ah... no me hubieras dejado

—ahora entiendes porque lo hice

Miro a otro lado —solo quiero que estés bien

—supongo que es tu forma de demostrarlo

Yun preparo ese día la cena, ya que no quería salir ni que saliera.

Parece un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora