Capítulo I

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Olivia's pov:

Los gritos de mi padre llamándome desde la parte de abajo de mi casa fueron los que me despertaron en contra de mi voluntad.

Papá tenía ya un año en casa desde que regresó de la guerra, pasábamos más tiempo juntos y aunque pensaba que no me podía hacer más cercana a él, en este año lo había logrado.

Dejé de escuchar los llamados de mi padre y por un instante pensé que me dejaría dormir y no ir a la escuela.

-¿Olivia estás lista?- mi padre entró de repente en mi habitación y cuando me vio con cara aún de sueño y sentada en la cama solo negó con la cabeza.

-Es tarde y aún no te levantas Olivia, no llegaras a la estación de tren con los Pevensie-

-¿Qué hora es?- no me importaba en realidad la hora, seguía adormilada y quería seguir durmiendo.

-Las siete, si no te das prisa llamaré a tu noviecito y le diré que no lo veras hoy-

-¡A eso se le llama chantaje!- mi padre soltó una leve carcajada y salio de la habitación mientras yo me levantaba para cambiarme.

Estaba por dormir de nuevo ignorando que me dejaría el tren si lo hacía pero luego analice mis opciones:

La primera era quedarme dormida otra vez y faltar a la escuela por hoy.

La segunda opción era levantarme de la cama, vestirme y marcharme de una vez por todas a la escuela.

Aunque la primera opción era la más tentadora en estos momentos me decidí por seguir la segunda opción, al final de cuentas, mi padre regresaría cada cinco minutos a molestar si trataba de volver a dormir y si me levantaba para arreglarme eh irme a la escuela, podría ver a Peter y a los demás Pevensie.

Cuando me sentí mayormente despierta comencé a vestirme y arreglarle para salir de mi casa. Me puse mi usual uniforme y arregle un poco el pelo. El nudo de la corbata siempre era lo último que hacía, siempre me resultaba casi imposible hacerlo.

-¿Por qué aún no bajas Olivia?- mi padre entró de nuevo a mi habitación y cuando vio la razón de que siguiera encerrada en este cuarto se acercó a ayudarme.

-¿Algún día me enseñarás a hacer el nudo de la corbata por mi misma?- mi padre nunca quería que aprendiera a atarme la corbata por alguna razón y siempre terminaba ayudando.

-Tal vez después Olivia- después de unos segundos mi padre me miró después de terminar de atar mi corbata.

-Vamos, tienes que llegar a tiempo a la estación- sin poder protestar ante la respuesta de mi padre, este salió de prisa en camino al auto para dejarme en la estación de tren e irme a la escuela.

Tomé mi mochila y abrigo antes de salir de mi habitación y bajar a tomar algo para comer en el camino, no encontraba algo que me pudiera quitar el hambre por un largo rato así que solo tomé una manzana y salí de la casa para subir al auto donde mi padre ya me esperaba.

-¿Tienes todas tus cosas para hoy?-

-Si padre, no te preocupes-

-Bien, entonces andando-.

El auto comenzó a avanzar camino a nuestro destino y por un rato el recorrido fue silencioso.

-Padre, de verdad quiero saber porque no me enseñas a atarme la corbata- miré a mi padre soltar algo de aire y tal vez debatir en su mente la respuesta que me daría.

-Olivia, haz crecido muy rápido y ahora haces la mayoría de las cosas de manera independiente; el que me fuera al ejército tanto tiempo y me perdiera tantas cosas de tu vida solo me hace querer parar el tiempo y tener en mi vida a esa niña tan pequeña de antes- la voz de mi padre salía de manera melancólica y eso solo me hacía querer llorar por sus palabras.

Siempre a tu lado (Peter Pevensie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora