MÁS MUERTES

10 7 1
                                    

18 de Noviembre 🐈‍⬛

Y el día que menos esperaba llegó…

Amanecí, extrañando amanecer otra vez en casa, como antes lo hacía. Tirado panza arriba sin ni una preocupación, esperando en este enorme sofá, las primeras caricias de Anne. De sus manos frías como la nieve, que me hacen sentir vivo.

Pero luego de que pasarán algunos minutos, desperté algo alterado mirando hacia cada lado de está enorme casa. Y con una sola pregunta en mi mente ¿Dónde está Anne?. Recorrí todos y cada uno de los rincones de está fría y enorme casa, preocupado por la desaparición de Anne.               
Por un momento llegué a pensar en que el señor sombra, la tenía presa en las ramas de aquellos árboles viejos y secos. Pero eso era solo una especulación.

Mientras recorría la casa, una leve brisa que entró desde la ventana de la cocina, dejó caer un papel sobre mi cabeza.                
Aquel papel tenía algo escrito encima, y decía lo siguiente.           

                                               Luego de leer está carta, mire hacia todos lados, después de reír sarcásticamente por estar solo en casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

                                              
Luego de leer está carta, mire hacia todos lados, después de reír sarcásticamente por estar solo en casa.

— ¿Y la tía Hermelinda? –pregunte mientras terminaba de reír.                   
                                                                                   
— No puedo creer qué me haya quedado solo.

Pero sabía que esto no terminaba ahí, tenía una misión que cumplir en aquel bosque. Dónde inicio mi primera aventura, o la causa de mi futura muerte.

Ahora que no tenía quien me detuviera, tomé mi bola de estambre y salí hacia fuera, esperando lentamente a qué el sol se vuelva a ocultar otra vez.                                Y una vez que eso sucedió, lo peor volvió a su inicio. Aquellos gritos que una vez escuché, volvieron a surgir de las profundidades de aquel bosque.

Y como la primera vez, volví a adentrarme en la boca del lobo otra vez. Luego de escuchar aquellos gritos de horror que provenían de aquella densa oscuridad.

Camine apenas unos sentimientos, y lo que mis ojos vieron fue sacado de una película de terror.

— Pero qué demonios. –dije traumatizado.

No había neblina en este lugar del bosque, solo sangre y varios arañazos en los árboles más débiles. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, al ver varios cuerpos que se encontraban mordidos y apilados aún costado, en toda aquella oscuridad. Aquellos débiles cuerpos, formaban un gran charco de sangre, en el cual podía ver perfectamente reflejado mi rostro.

No necesitaba ser un genio o parecerme a uno, para saber quién es el culpable de esto.

— Señor sombra, ahora esto se volvió personal. –dije fríamente, luego de marcharme lentamente hacia mi hogar.

La vida de un gato llamado Rufino | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora