AQUELLO EN EL BOSQUE

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Capitulo 2

7 de Octubre 🐈‍⬛

— Buenos días Rufino.

Acaricio debajo de mi mentón y luego se marchó como si nada, solo la escuchaba repetir desesperada varias veces "No llegó" "Llegó tarde".                                                                 
Aquel portazo que hizo vibrar las ventanas de la casa, me dijo que este día iba a ser más aburrido que todos los otros.

¿Pero qué podría hacer yo?

Un pequeño gato negro en una enorme y espaciosa casa, ubicada en medio del bosque o como muchos lo llamarían en medio de la nada.                                                                   
Pasé la mayor parte del día durmiendo sobre la cama de Anne. Suelo tener el sueño bastante ligero, despierto y vuelvo a dormir a los dos segundos de haberme despertado. Pero aquel ruido que se escuchó afuera, llamó mí atención y puso mis sentidos en alerta. Acerque mi cabeza al gran ventanal que tenemos en el living, solo para saber que provocaba ese misterioso ruido que provenía del bosque.

Tenía miedo de salir, mis ojos lo decían, pero la curiosidad que habitaba dentro de mí, me ganaba más que cualquier otra cosa.

Aunque detrás de la ventana no había visto nada, de igual forma decidí salir a investigar por mi cuenta.

Me sentía Caperucita parado en frente de la cueva del lobo, mientras oscurecía poco a poco. Algo a lo lejos de este bosque inhóspito se dejó ver haciéndome perder la cordura y dejándome loco.

— ¿Qué demonios es eso? -preguntó mi voz interna.

Pero de mi boca solo salió un simple maullido miedoso.  Tome carrera y salí corriendo, terminé oculto bajo la cama de Anne esperando a que ella volviera de su trabajo. Estaba tan asustado, temía que esa cosa viniera por mí. No estaba preparado para enfrentarme hacía nada, solo pensaba en huir y esconderme lejos de aquí.

Los minutos pasaban cada vez más lento y dejaba abierta a mi imaginación, sobre aquello que ví en el bosque.

— ¿Qué era esa cosa?

No tenía forma, tampoco era parecido a los animales del bosque, ni tampoco se asemejaba a un ser humano. ¿Entonces qué era? De su boca solo desprendía un líquido rojo, muy similar a la sangre. No pude verlo muy bien ya que estaba escondido detrás de dos árboles que le hacían sombra, de igual forma sentí por mi cuerpo aquel escalofrío que activó mis cinco sentidos, los cuales me invitaban a correr lejos de ahí. No podía pensar en respuestas solo en preguntas.                               
Cuando el sol se ocultó por completo, la luna salió al instante dejándome debajo de una capa gruesa de oscuridad, debajo de esta cama.

El silencio me ponía nervioso y un tanto inquieto, era demasiado extraño no escuchar nada, temía que me sucediera algo. Solo rogaba volver a ver a Anne y a mi gran tazón de comida, que siempre me espera sobre la mesada del comedor.

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La vida de un gato llamado Rufino | ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora